Crónica del Festival de Sitges - DÍA 6
[[Crónica de @marckwire21]] |
Amanece un
nuevo día. Con 4 horas dormidas y un café en el cuerpo saco a Dexter o mejor
dicho, me saca él a mí. Hace fresco y mis ojos lo agradecen, aliviando el
cosquilleo y picor que tienen. Consigo ganar tiempo para afeitarme y salgo
directo hacia la estación no sin antes meterme en el cuerpo una bebida
energética (no os digo la marca, que no me pagan por publicidad). Son las 7:00h
de la mañana. Aprovecho el viaje en tren para llenar el estómago de comida dado
que luego es prácticamente imposible, y no me gusta que mis ruidos estomacales
se oigan en los silencios durante las películas. Sí, me ha pasado. Llegado a Auditori, es el momento de empezar con
una de las jornadas más duras: 4 películas, una detrás de la otra, y no afronto
ninguna con un interés especial.
La French: Interesante, pero fácilmente olvidable
Tras el buen éxito de su opera prima Aux yeux de tous, el director francés Cédric Jimenez, vuelve a apostar por la acción en su nuevo film, The French. Ambientada en un período de
tiempo comprendido entre finales de los 70 y principios de los 80 (algo que
apenas se aprecia sino es por las imágenes reales incluidas), la película
muestra el drama de un juez en Marsella empeñado en terminar con el tráfico de
heroína que azota las calles de la ciudad y el contrabando con Estados Unidos.
Recordareis otro film similar interpretado por Gene Hackman, Roy Scheider
y Fernando Rey de 1971 llamado French Connection. Tildada en su
sinopsis oficial de drama carece precisamente de eso, dramatismo. El juez al
que da vida Jean Dujardin nos
concede el único drama visible en los 135 minutos de duración apareciendo
únicamente a escasos 25 minutos del final con un importante giro dramático.
Mínima vistosidad y mínimas escenas de acción, que sólo usa para mostrar
aspectos de la mafia de Marsella, la redada a mitad del film o los asesinatos a
sangre fría en mitad de la calle, que por supuesto, no considero "escenas
de acción". Dujardin está
pasable -tirando a flojo-, sin llegar a convencer en ningún momento. Ex-adicto
al juego, se toma la busca y captura de los capos como un juego, algo que a su
mujer la saca de sus casillas. Su némesis, Tany Zampa (Gilles Lellouche, actor en la intensa A bout portant), es de los capos mafiosos vistos en cine con menos
personalidad y carisma de los últimos años, y eso que su personaje es nacido en
Sicilia. La ambientación es uno de sus puntos fuertes, clavando la estética de
aquellos años pero sin añadir texturas que la hagan parecer rodada hace 30
años. Ese tono de película actual sin caspa es visualmente fantástico. El
otro punto a destacar es su banda sonora, tanto la compuesta originalmente para
la ocasión por Guillaume Roussell, así como la selección de temas escogidos o
las versiones de éxitos de aquella época tales como "These Boots Are Made for Walkin" y "Bang Bang (My Baby Shot
Me Down)", que popularizaron Nancy Sinatra y Cher
respectivamente. Lo último de Cédric
Jimenez, es una película de cine policíaco vintage con dosis de acción que se dejaría ver mejor sino se
extendiera en contar algo en 2 horas largas cuando tranquilamente lo pudo hacer
en hora y poco.
Annabelle: simplemente patética
El horror. Y no, no me refiero al género de la película,
sino a mi más abierta y sincera opinión. El film más silbado y abucheado por el
público al terminar su proyección de todas las sesiones matinales de Auditori, es desastroso desde su inicio
hasta el final, y vaya final, patético. Cualquier entrega de 'Child Play' (el entrañable Chucky) es
mejor que su amiga 'Annabelle'.
Cargando como cargaba ya a sus espaldas con innumerables críticas negativas, la
precuela de 'Expediente Warren' ha
llenado Auditori ávida de gente con
ganas de pasar un buen o mal rato, todo dependiendo del grado de humor con el
que se acudiera a visionarla. Parte de este público asistente, entre los cuales
me incluyo, creíamos ilusamente que quizás no fuera tan pésima. ¡Qué ilusos
fuimos! Los famosos "sustos" que se esperaban aunque repito, se
conocían muy bien todas sus criticas, era uno de sus mayores alicientes.
Aparecen contados con los dedos de una mano, y todos, absolutamente todos,
incluído el de la niña que corre y se transforma al cruzar la puerta se apoyan
en el sonido de una sala de cine. Sin él, quedan ridículos, lejos de lo que se
quería infundir al espectador, entre otras cosas también por culpa de un resto
de metraje extremadamente previsible, aburrido y repleto de clichés por todos
lados. Diálogos de serie B o peor, momentos irrisorios como el típico
cura-vidente-ayuda familias haciendo una foto a la niña de la protagonista,
recalco, un cura haciendo una foto a una niña. Foto hecha de cintura para
arriba y no el retrato de estudio que aparece el final, en fin...otra escena a
mencionar del señor cura es cuando se lleva a la muñeca de la casa para así
alejar el mal de ella, repito, un cura saliendo de una casa con una muñeca
tamaño niña de 12 años. Risas por doquier. Luego la niña/muñeca vuelve en bus a
casa, o en metro, ¿no? La mejor actuación de la película la hace la propia
muñeca y eso que es inanimada: el resto parecen sacados de un casting para Gran
Hermano, especial mención para Evelyn (Alfre
Woodard). Para colmo, la citada muñeca que además no está poseída a tiempo
completo sino cuando le interesa al huésped que la habita, disfruta de planos
fijos durante muchísimos segundos acompañados por una sugerente banda sonora
que consigue totalmente lo contrario, pasividad total. No se genera suspense,
no se acumula tensión ni capta la atención en ningún instante. La considero la
peor película vista en el festival porque al igual que otras no me gustaron
como 'La distancia', 'Pos eso' o 'Jamie Marks is dead', por lo menos sus directores tienen
intenciones de hacer algo. En 'Annabelle',
su director (y no me vale la excusa de "es previsible porque es una precuela
y ya sabes que ocurrió en su segunda parte") coge la que podría ser la
primera muñeca femenina que protagonice un film de miedo a dejarla tirada en
una esquina constantemente intentado generar con otros elementos precisamente
el citado miedo, terror, horror o suspense sin aportar ni un ápice de
originalidad, así es muy difícil. Leí hace poco en Twitter que el director o alguien
de la saga 'Child's Play' quería
hacer un crossover con 'Annabelle':
no sé hasta que punto será cierto, pero si me lee, desde aquí le digo que lo
haga. Haga que Chucky destroce y aterrorice como si sabe hacer un muñeco a una
muda y pálida Annabelle.
The Double: el comienzo de un estilo
Película difícil que me ha pillado en horas bajas, cuando
más fuerte apretaba el cansancio y el sueño se reflejaba en bostezos cada 20
minutos. Me ha costado un horror mantenerme despierto. A esto, el film de Richard Ayoade, que regresa al panorama
fílmico tras 'Submarine', no ha
ayudado mucho que se diga. Su atmósfera oscura, cerrada y con un pestazo al 'Brazil' de Gilliam notable, nos cuenta la historia del mito del doble que Dostoievski plasmó en su segunda novela,
"El doble". La historia a priori es muy interesante y
llamativa, su director dirigió en 2004 una de mis series británicas de humor
favoritas, 'Garth Marenghi´s Darkplace',
muy recomendable para fans de 'The It
Crowd' ya que además participan algunos de sus protagonistas. 'The Double', protagonizada doblemente
por Eisenberg como Simon/James y por
Mia Wasikowska (Hannah), no se trata
de una cinta críptica ni mucho menos, sino de una hilarante comedia negra: la
revisión del mito que nos ofrece el realizador británico tiene un 75% de
comedia, con unos diálogos bárbaros llenos de un excelente humor negro.
Destacar la velocidad con la que habla Eisenberg,
había que estar bien atento para no perderse algunos de esos brillantes
diálogos. A medida que avanza el film, su atmósfera tan oscura no ayuda a relajarse,
sino a ir hundiéndose más en el tedio y en el pasividad que le produce lo que
ve, ese submundo que Ayoade detalla
tan específicamente apenas puede disfrutarse todo lo bien que se pudiera. En
ese mundo tan de Gilliam hay
incrustados muchos detalles que ya se pudieron ver en la mencionada antes
primera incursión en este mundo, 'Garth
Marenghi´s Darkplace', donde se nos cuenta la historia un escritor de
novelas fantásticas que rodó una serie de televisión en un hospital donde
ocurrían fenómenos paranormales. El nivel tan cuidado de detalles que allí
demostró fue el gran fuerte de la serie: Ayoade
aplicó un toque pop/vintage a la serie,
un toque muy años 80 que la hacían tremendamente adictiva. Dichos detalles
incrustados se observan en las diferentes máquinas que abundan en la película,
en los sonidos de las mismas (la impresora, el videojuego de Melanie Papadopoulos, o en los diferentes
ordenadores que se ven). Sin duda es una película con estilo propio y una
dirección a la que dentro de un par de largometrajes mas firmaremos todos
visualmente como el estilo Ayoade.
Película pasable de la que no hay que ver esperando más de lo que hay,
disfrutable. La proyección se detuvo a los 45 minutos más o menos, y tardó como
15 en volver. Segunda vez que ocurre esto en una matinal en Auditori, y segunda que ocurre en una
película donde aparece Mia Wasikowska
(como bien me apuntó in situ el
compañero @JohnPrskalo).
A Hard Day: una buena opera prima
Atención a los números. Cuarta presentación en una
matinal en Auditori. Película con la
cola más larga que me ha tocado sufrir, y primera también coreana, por lo menos
en sesión matinal. Había ganas, muchas. Tras una breve y llena de humor
presentación por parte de su director y también guionista de la misma, Kim Seong-hun (con varios selfies incluidos), hemos pasado a
disfrutar de su opera prima, 'A Hard Day'.
Tras una jornada más bien aburrida en Auditori,
la gente esperaba con muchas ganas esta película. Un comisario de policía, al
volver del entierro de su madre atropella sin querer a un peatón. Algo bebido y
presa del pánico decide enterrar el cadáver junto con ella en el ataúd. A los
pocos días, un testigo aparece. Lo que podría ser tranquilamente el enésimo
thriller coreano con actores muy vistos resulta que es todo lo contrario, una
comedia negra con un toque policial exquisito, además con director novel y
protagonista con solo 3 films rodados. También es cierto que encontramos como
secundario a un clásico en producciones coreanas, Jo Jin-woong (visto en 'Perfect
Number', 'The Front Line' o 'Nameless Gangster'). Con un arranque
brutalmente gracioso y desfasado, el film y el carismático protagonista (Lee Seon-gyon) sintonizan con el
espectador rápidamente. Contiene buenos giros de guión, grandes situaciones
cómicas y un ritmo trepidante lleno de suspense. La brutalidad cómica de su
final es emocionante, generando complicidad en el espectador. Kim Seong-hun ha dirigido y escrito el
guión de su primera película con gran oficio, técnicamente es muy digna y no es
una cinta pasable y mucho menos olvidable. Su arranque sobretodo y los momentos
cómicos son difíciles de olvidar. ¡Para ver la mejor de mi jornada he tenido
que aguantar bastante!
0 comentaris: