Crónica del Festival de Sitges - DÍA 1
[[Crónica de @marckwire21]] |
Y por fin llegó la edición número 47 del Festival de Cine Fantástico de Sitges. Este es el primer año que acudo a este gran festival y en SIEMPRE EN VO hemos decidido aprovechar tal situación para traeros fresquitas algunas críticas sobre los futuros estrenos que en él se van a exhibir. Para ello cuento con un abono Matinee el cual me permite acceder a cualquier película de la sección Auditori, me encargaré de hacer un resumen diario con lo visto cada día del festival, del 3 al 11 de Octubre (las maratones sorpresa del día 12 no entran dentro del abono). Ocho días de puro cine.
El día
amaneció despejado, con la calor apretando desde bien temprano. Son alrededor
de las 10 de la mañana, acabo de llegar a Sitges. No parece que aquí se celebre
un festival de cine tan importante. Salvo cuatro o cinco carteles entre el andén
y las primeras calles adyacentes, el resto del pueblo parece ignorar u obviar
un evento de tal magnitud. No se siente, al menos a estas horas, ambiente
cinéfilo por sus calles al margen de algunas personas con su acreditación ya
colgada del cuello con las que me voy cruzando a cuentagotas. Ya empieza a ser
insoportable pasar más de cinco minutos al sol.
Me
dirijo al Auditori guiándome por Google Maps hasta que termino perdido y
sin respuesta del GPS que parece haber encontrado la cueva secreta de Benjamin
Linus con la brújula apuntando en todas direcciones. Tras superar el ataque de pánico y preguntar a varias personas
consigo llegar al Auditori donde unos
operarios montan un inmenso cartel de Rec 4. Cerca de la puerta
principal aguardan ya 2 colas de gente ansiosa por ver lo último de Jaume
Balagueró. Tan sólo son las 10:45. Camino hacia la recogida del abono. Otra
cola. El lugar para recogerlas está abarrotado de gente que se amontona en las
diferentes secciones: prensa, acreditaciones, invitados, abonos. Pregunto y
cada cual me dice una cosa distinta. Se forman 3 colas, siendo la de abonos la más
grande. Los nervios empiezan a aflorar en mí y sumado al calor el momento se
convierte en angustioso. Ser novato es lo que tiene. Tras situarme en la cola
correcta los minutos pasan volando. Rec 4 empieza a las 11:15 y son
las 10:46, y 52, y 59, las 11, y 5, y 10, y 17...horror, ¡que me pierdo el
inicio! Ya me toca recoger lo que es mío. Aparece un nuevo contratiempo,
de más de 10 personas que hay encargándose de repartir abonos, acreditaciones,
entradas y pases, solo 1 se encarga de los abonos. Tras mucho sudar consigo mi
preciado abono y salgo casi corriendo para ver Rec 4 cuando me
encuentro que la cola para entrar llega hasta la puerta de la recogida donde
acabo de salir. Respiro. El último chico de la cola me informa que sí, que efectivamente
esa la cola para Rec 4 pero que todavía no han entrado. Las 11.26.
Ahora sólo queda esperar la larguísima cola y poder disfrutar, al fin, de una
buena sesión de cine.
Pocos minutos más tarde me avisa el compañero @GammaTeruo por
Whatsapp que esta llegando al pase de Rec 4. Una vez da conmigo,
amablemente se acerca a la puerta para preguntar si las personas con abono
debemos hacer semejante cola. Premio! Nos saltamos una cola inmensa y accedemos
prácticamente directos a la inmensa sala del Auditori, una barbaridad de
grande. El ambiente cinéfilo que echaba de menos en las calles por fin se hace realidad
ante mis ojos. Ahora sí huele a cine, ahora sí me siento parte de la
experiencia Sitges. El resto del patio de butacas se llena en pocos minutos,
luces fuera....es la hora, empieza, para mí, la 47ª edición del Festival de
Sitges.
REC 4: Apocalipsis, el Balagueró menos Balagueró
Cuarta,
y no última, entrega de una de las sagas de terror más famosas e
internacionales de nuestro país. Tras las numerosas y polémicas opiniones que
provocó la diferente tercera parte dirigida por Paco Plaza, Jaume Balagueró
vuelve a tomar las riendas de la saga que el mismo empezó en 2007 junto a
Manuela Velasco, su intérprete principal. Antes de nada me gustaría recalcar la
poca promoción que se ha hecho de esta película en comparación con 'Rec 3:
Genesis', desconozco a que se debe pero la diferencia se ha notado y
mucho, sobre todo a nivel redes sociales. La historia continua donde acababa la
primera parte, y nos trasladamos hasta un barco situado en alta mar, donde la
reportera Ángela Vidal (Manuela Velasco) y los otros supervivientes son puestos
en cuarentena mientras que un equipo médico trata de encontrar el retrovirus
que termine definitivamente con la infección. Hasta aquí su argumento. No hay
nada más. No parece una película al estilo Balagueró, no hay suspense, no hay
terror, no hay nada de lo que hizo famosa esta franquicia, parece un producto
típico de acción norteamericano. El film esta notablemente dirigido, de eso no
hay duda, pero la sensación de que no se ha visto nada nuevo también existe.
Demasiado movimiento de cámara donde no se aprecian muchos de los detalles que
en las escenas de acción interesan al espectador. Personajes diseñados para no
caer en el estereotipo base de la saga con los que en ningún momento acabas de
empatizar. Sangre hay, pero escasa. El respetable aplaudía cada escena de
carnicería eufórico y con ganas de más, pero sencillamente, no hay más, se
cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos. Es la más floja de las cuatro
partes realizadas hasta la fecha. Me ha gustado Manuela Velasco toda sudada al más
puro estilo Ripley con el motor de lancha en la mano y la sangre cayendo a
borbotones. Y qué decir del final, más comercial imposible, sin giros
dramáticos, ni cómicos ni de ningún tipo. 95 minutos que por suerte pasan
bastante rápido debido al ritmo imprimido en el primer cuarto de hora donde
todas las cartas están sobre la mesa. "REC 4: Apocalipsis" es un film
de Balagueró sin Balagueró.
Sin tiempo para nada más que comprar un refrigerio en el único
bar cerca del Auditori (2.70€ una lata de Fanta), entro a la proyección de
nuestra siguiente película, la australiana The Babadook.
The Babadook, la sorpresa australiana
Primer
largometraje de esta directora aussie, Jennifer Kent. Estamos ante un cuento de
terror casi clásico pero con matices bastante originales. Madre viuda vive con
hijo problemático que ve un monstruo en el armario. El hombre del saco en este caso
es quien da título al film, Babadook. Ante las continuas insistencias de su
hijo Samuel (Noah Wiseman) sobre la verdadera existencia de Babadook, su madre,
Amelia (Essie Davis) empieza a desesperarse y a no saber cómo controlar los
terrores que en su hijo devienen mas tarde en un cierto tipo violencia light,
arrogancia e inestabilidad. Samuel pide a su madre que le lea un libro como
cada noche para poder dormir, pero esta vez será él quien elija cual. Tapas
gruesas y rojas, el libro se titula "The Babadook". Ese será el
comienzo para que el monstruo coja fuerzas y se muestre de una manera
sobrenatural ante ambos desquiciando aun más a Amelia y revelando un secreto
con el que nadie cuenta. Si bien como dije estamos ante un cuento de terror que
hemos podido ver otras veces, su directora sabe aplicarle un cierto tono de
humor negro en los momentos más oportunos para no caer en clichés absurdos y
mostrarnos un nuevo Candyman o un nuevo Boogeyman. Sus dos protagonistas
principales, Esseie Davis y Noah Wiseman están estupendos, sobretodo este último,
clavando los momentos de pavor ante Babadook o la inocencia con la que afronta
alguna de las situaciones; la capacidad para ofrecer diferentes registros que
tiene este niño es asombrosa. Lo mismo pasa con su madre en la película, Essie
Davis, que ofrece 2 registros casi totalmente opuestos a cual mejor. La banda
sonora del film está creada por Jed Kurzel y va perfecta acompañando los
momentos más importantes del metraje. Interesante película de una directora
novel a tener en cuenta que puede mejorar mucho en su próximo trabajo.
Hasta aquí la crónica del día 1 en la 47 edición del Festival
internacional de Cine Fantástico de Sitges, mañana será un día
largo, duro, con 4 película a reseñar y que pienso afrontar más tranquilo que
hoy y con muchas más ganas. Fin de la crónica. Sitges. Día 1.
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