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Título: The Place Beyond the Pines (Cruce de caminos)
Director: Derek Cianfrance
Guión: Derek Cianfrance, Ben Coccio, Darius Marder
Fotografía: Sean Bobbitt
Año: 2013
Duración: 140 min.
País: Estados Unidos
Productora: Focus Features / Hunting Lane Films / Pines Productions / Sidney Kimmel Entertainment
Reparto: Ryan Gosling, Bradley Cooper, Eva Mendes, Dane DeHaan, Emory Cohen, Ray Liotta, Rose Byrne, Ben Mendelsohn, Bruce Greenwood, Mahershala Ali, Olga Merediz, Craig Van Hook, Gabe Fazio, Robert Clohessy, Luca Pierucci, Anthony Pizza, Kayla Smalls

The Place Beyond the Pines no es un filme tan magnético como la 'opera prima' del director Derek Cianfrance, pero aún así se trata de una historia de romance, drama y venganza con trazas de thriller sobretodo en su primera parte. La película, amén de tener una trama espectacularmente bien trabada, se trata de un ejercicio estético de belleza impecable obra de Sean Bobbit, con una música muy bien conjugada con la historia. El guión del director habla sobre segundas oportunidades, y sobre la herencia de los padres sobre los hijos, con la sensibilidad con la que hablaba de sus personajes en Blue Valentine. En la primera parte, Ryan Gosling acarrea con todo el peso de la trama, ofreciendo una actuación espectacular, constatando así una vez más que es uno de los mejores actores jóvenes de Hollywood, interpretando a un motorista obligado a volverse atracador de bancos para mantener al hijo recién nacido que ha tenido con su ex-pareja, también muy bien interpretada por Eva Mendes. La película cambia en su segunda parte, recayendo el peso de la acción en el personaje de Bradley Cooper, un policía que después de recuperarse de un shock en acto de servicio y convertirse en héroe local tras tergiversar los hechos, deberá enfrentarse a una trama de corrupción que campa a sus anchas en su oficina. Pero quién realmente levanta el vuelo de este segundo acto es Ray Liotta, el cabecilla de la banda corrupta, que nos regala una interpretación brillante. La tercera parte, se encarga de cerrar las dos anteriores, es una especie de vía libre para el karma, que lidiará con las injusticias del pasado.

Imagen del set de rodaje de 'The Place Beyond the Pines'.

La virtud de Cianfrance en este filme es el conseguir que los desaciertos (que son bien pocos) queden escondidos bajo la espectacularidad y tensión de la acción y la tristeza que colma la trama, atrapando al espectador y consiguiendo una muy buena película. 
Título: Jagten (The Hunt) (La caza)
Director: Thomas Vinterberg
Guión: Thomas Vinterberg y Tobias Lindholm
Fotografía: Nikolaj Egelund
Año: 2012
Duración: 111 min.
País: Dinamarca
Productora: Zentropa Entertainments
Reparto: Mads Mikkelsen, Thomas Bo Larsen, Annika Wedderkopp, Alexandra Rapaport, Anne Louise Hassing, Lars Ranthe, Lasse Fogelstrom, Susse Wold, Ole Dupont, Sebastian Bull Sarning

Mi conocimiento sobre la filmografía de Thomas Vinterberg empieza y acaba con su experimento (iniciado por él y von Trier) en el Dogma 95 con Festen (Celebración). Al menos antes del visionado de su nueva joya, Jagten. Ambas comparten características (la primera y más obvia es que en ambas uno de los actores principales es Thomas Bo Larsen), y hasta ciertos puntos del argumento, pero Jagten (la que nos ocupa) cuenta con una magnífica actuación de Mikkelsen, que le valió el premio al mejor actor del Festival de Cannes en 2012.

Lucas (Mikkelsen), profesor de guardería de cuarenta años ha pasado por un divorcio difícil. Poco a poco consigue recomponer su vida: encuentra una nueva novia, reconstruye su relación con su hijo adolescente Marcus, encuentra trabajo en otra guardería, sale de caza con sus amigos. Pero de golpe y porrazo, el comentario de una niña a las que da clase en la guardería se extenderá como un virus invisible tan terrible que Lucas se verá obligado a luchar por salvar su vida y su dignidad.


La película, de factura técnica impecable tanto en fotografía como en música, explora a una sociedad hipócrita: presuntamente cristiana y amante del prójimo, pero que en el momento de encontrar un chivo expiatorio, se atrincheran en un chisme difundido por una inocente niña. Los padres entienden como verdades absolutas los recuerdos inducidos de sus inocentes hijos, transformándoles en bolas de nieve que provocarán una avalancha que caerá justo encima del inocente Lucas. Un Lucas contenido y sutil, interpretado por el magnífico Mads Mikelsen, conmoviendo sólo con el brillar de sus cautivas lágrimas en unos tristes ojos: su contención dramática es magnética y encomiable. Todas las puertas se cierran para él, incluso algunas ventanas. El aislamiento frente a la entera comunidad que tiempo atrás le amaba y respetaba, se convierte en rabia interna, tristeza y malestar para Lucas.

Además, el guión de la película va algo más allá que su argumento para ahondar en el territorio de la mente del ser humano que se encuentra tras los límites de la verdad: allí donde la fe influye y afecta las actuaciones de cada persona frente a una afirmación irrefutable (y además en este caso, descabellada). Así, el juicio de un mal psicólogo infantil (que condiciona las respuestas de la pequeña Klara) junto al mal oficio de la directora de la guardería (que inicia un proceso de caza de brujas basándose en el mantra "los niños siempre dicen la verdad") sentencian a un buen hombre bajo la tiranía de un pueblo hipócrita. La Duda se merienda a la Verdad y el resultado es devastador.


Parafraseando a Pablo Kurt en su crítica de American Beauty para Filmaffinity, 'algo huele a podrido en Dinamarca'. O más bien, algo huele a podrido en la raza humana. Porque en su nuevo trabajo, Vinterberg pone al aire todas y cada una de las miserias del alma humana. Jagten te arrastra, te vapulea, te carcome por dentro. Las palabras de los vecinos de Lucas, otrora amigos, calan hondo como si de afilados cuchillos se tratasen. Duele, pero al mismo tiempo, maravilla.

Lo mejor: la magnífica actuación de Mads, el dolor que atraviesa la pantalla, el final simbólico del filme.
Lo peor: que tenga la desgracia de competir en los Oscar con La Grande Bellezza.

Título: Spring Breakers
Director: Harmony Korine
Guión: Harmony Korine
Fotografía: Benoît Debie
Año: 2012
Duración: 94 min.
País: Estados Unidos
Productora: A24 / Hero / MJZ / Muse Productions / O'Salvation / Annapurna Pictures
Reparto: Selena Gomez, Vanessa Hudgens, Rachel Korine, Ashley Benson, James Franco, Heather Morris, Emma Holzer, Ash Lendzion, Josh Randall, Gucci Mane

Hace poco tiempo la revista Cahiers du Cinema sacó su ya tradicional lista de las 10 mejores películas de 2013. Lo típico de esta lista es que en su mayor parte esté confeccionada por filmes de producción francesa (apoyando así la producción cinematográfica de su país), y la verdad es que nunca están lejos de la realidad. No os voy a engañar: me faltan nombres en la lista. Pero lo que puedo asegurar es que no se han equivocado situando a Spring Breakers en ella, aunque técnicamente sea un filme de 2012. Esta película (que hoy trato en esta crítica) es el último trabajo de Harmony Korine, el polémico realizador californiano guionista de Kids (Larry Clarke, 1995), y director de la polémica Gummo (1997), una exploración experimental a lo más crudo de los Estados Unidos, que intercala imágenes de maltrato de animales, prostitución y abuso sexual sin ningún carácter lineal entre ellas.

En Spring Breakers, Korine recluta a las niñas (que ya no son tan niñas) Disney de Los Magos de Weverly Place y High School Musical (Selena Gómez y Vanessa Hudgens), una de las protagonistas de Pretty Little Liars (Ashley Benson), y a su propia mujer (Rachel Korine), para contar la historia de cuatro jóvenes estudiantes que acabarán en la cárcel tras una intervención policial en una casa llena de droga durante las vacaciones de primavera (spring break). Un joven traficante de armas (James Franco) las sacará del calabozo, porque ve en ellas a cuatro potenciales delincuentes que usar para sus propios intereses.

"Spring break forever, bitches!"

Es un poco difícil entrar en el filme debido a su acercamiento extremo y abusivo hacia una estética más propia de un videoclip de Skrillex o hacia un subproducto de los realities del tipo 'Jersey Shore'. Y es que en un vistazo superficial hacia Spring Breakers, pechos, traseros, y cuerpos turgentes de jóvenes chicas adolescentes (dos de ellas chicas Disney) se encuentran presentes durante todo el metraje. Pero, querido lector, quedarse en sus imágenes, provocativas y claramente morbosas, seria ahondar poco en lo que pretende Korine en Spring Breakers: mostrar y relatar cómo él percibe la generación joven de una sociedad en plena decadencia, en la que se veneran los iconos pop más desagradables, y se recurre a la fiesta como evasión de la realidad. En definitiva, lo que aquí en España se conoce como el sector "choni" de la juventud. Así, primero se nos muestra lo despreocupado y fresco que puede ser este estilo de vida, para justo después diseccionarlo y mostrarnos su lado más salvaje y desagradable, usando la estética de aquello que critica, y, por qué no decirlo, lanzarse al exceso.

Además, la cinta cuenta con un montaje repleto de flashbacks y flashforwards, y algunas escenas repetidas en forma de loop, para recordarnos que ha pasado y mostrarnos que ocurrirá antes de que ocurra, así como las mismas escenas desde la perspectiva de cada una de las cuatro protagonistas (tenemos cuatro visiones diferentes sobre el atraco a la cafetería, remarcable sobre todo la de la conductora). Este sistema de montaje es de lo más acertado: nos da tiempo de reflexionar varias veces en eventos pasados y presentes.

"My real name is Al but truth be told, I ain't from this planet, y'all"

El sector visual del filme es simplemente brillante y orgásmico en determinados momentos, un ejercicio de estilo visual: los colores fluorescentes presentes en camisetitas, panties, bikinis, trikinis, motos, uñas, y la constante (aunque algo abusiva) presencia de luces de neón, son clara y justificadamente reminiscentes de la francesa Enter the Void (Gaspar Noé, 2009), con la que Spring Breakers comparte director de fotografía, Benoît Debie. Y conjugando perfectamente con esta estética colorista, el filme de Korine cuenta con la presencia de una banda sonora muy significativa creada por Skrillex (leitmotiv de las fiestas orgiásticas de alcohol, drogas y sexo) y otro viejo conocido del cine de estilo, Cliff Martinez (responsable de la música en Drive).

Spring Breakers es un rara avis del cine independiente actual: atraerá a adolescentes con morbo, ellos de la carne juvenil de las protagonistas y ellas de ver a sus princesitas Disney zorreando como nunca lo hubieran imaginado; y repelerá a la mayoría del público que podría amarla potencialmente. A estos últimos les digo: lavaos los prejuicios y disfrutad todo lo que Korine os ofrece.

Lo mejor: descaradamente, la interpretación de James Franco.
Lo peor: la primera media hora (aproximadamente) tira demasiado de la cámara lenta i las fiestas en la playa de Miami. A partir de ahí, la película mejora, ¡y de qué manera!

Título: Turistas (Sightseers)
Director: Ben Wheatley
Guión: Steve Oram, Alice Lowe
Fotografía: Laurie Rose
Año: 2012
Duración: 89 min.
País: Inglaterra
Productora: Big Talk Productions / StudioCanal / Film4
Reparto: Steve Oram, Alice Lowe, Sara Stewart, Tony Way, Jonathan Aris, Lucy Russell, Richard Lumsden, Monica Dolan

Ben Wheatley, director de 'Kill List' (2011), dirige 'Turistas' ('Sightseers', 2012), cuyo guión ha sido premiado en los festivales de Sitges, Mar de Plata y en el British Independent Film Awards, por lo que las expectativas al ver la película eran bastante altas. Por si esto no fuera poco, está producida, entre otros, por Edgar Wright, director de la trilogía del Cornetto, aunque esto no signifique necesariamente que la película esté al nivel de los filmes del realizador inglés.

'Turistas' nos cuenta la historia de una pareja de un pueblo de Inglaterra que inician unas vacaciones por en su caravana. Sin embargo, un accidente marca sus vacaciones y se convertirán en protagonistas de una escalada de asesinatos.

La película dirigida por Ben Wheatley es una comedia negrísima con unos personajes de lo más excéntricos que estarían mejor encerrados en un manicomio. El filme tiene momentos realmente divertidos, ya sea a través del gag visual o de los geniales diálogos entre los dos protagonistas, que también escriben el guión, lo que hace suponer que la improvisación jugó un papel importante. Es precisamente en las escenas que no se centran en la trama criminal cuando el espectador medio se reirá a carcajadas, pero cuando empiecen los asesinatos, la incomodidad empezará a instalarse en los corazones de los espectadores. 

Qué entrañable e inofensiva pareja... ¿Seguro?

El filme está correctamente dirigido por Whealey, con algunas imágenes realmente preciosas de la Inglaterra rural que conforman esta particular semana de vacaciones donde los protagonistas recorren algunos sitios de gran interés turístico y cultural del país británico. 

Esta película no es apta para todos los públicos, a algunos les escandalizará la violencia de estos personajes, y aunque algún crítico la haya tachado de gore, para nada es el caso (lo dice alguien que no soporta ese tipo de películas), pues el director no se recrea excesivamente en los asesinatos. Pero más que lo explícito de la representación de la violencia, lo que realmente incomoda es que los personajes, aunque están completamente locos, con frases como “El asesinato es ecológico, ya que reducimos las emisiones de dióxido de carbono  que consumirían estas personas” parecen, a primera vista, normales e inofensivos. Cuando vemos una película de mafiosos, de Tarantino o de los Coen, no nos escandalizamos con la violencia, porque nos parecen personajes tan alejados a nosotros, que estamos tranquilos porque no nos acabábamos de creer que existan este tipo de personas. Pero cuando los personajes son gente normal que podrías cruzarte en la calle, entonces la incomodidad se apodera de nosotros. 

Imposible saber quién está más loco de los dos protagonistas

También es cierto que nunca conectaremos con los personajes ni entenderemos las motivaciones de sus actos, pero es totalmente lógico, al fin y al cabo están completamente locos. Llegados a un punto, tengo que reconocer que iba perdiendo interés en la trama principal debido a lo aleatorio y violento de sus actos, e intentaba centrarme en los diálogos entre los protagonistas, donde se encuentra sin duda lo mejor de la película. 

Seguramente sería aventurar demasiado por mi parte, pero esta película parece querer reflejar la hipocresía de quiénes no se escandalizan con la violencia en las películas de Tarantino o de los Coen pero critican la violencia gratuita de 'Turistas' (algo absurdo, pues el filme trata precisamente de esto). 

'Turistas' nos deja escenas memorables como la del lápiz de 24 libras, e impactantes, como la del ciclista en la carretera, unas te harán reír a carcajadas y las otras moverte incómodo en tu silla. Hay que reconocer que es un filme irregular, que al final puede decaer un poco, pero lo compensan los geniales diálogos y las brillantes interpretaciones. Si te gustan las comedias negras más bestias te encantará esta película.

Lo mejor: los diálogos y las interpretaciones de los protagonistas
Lo peor: mucha gente no soportará la película debido a la crudeza y aleatoriedad de la violencia.

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