Mostrando entradas con la etiqueta @marckwire21. Mostrar todas las entradas
El cine nos ha regalado personajes maravillosos y carismáticos, unas veces creados desde cero y otras, adaptándolos de obras literarias de donde jamas habían salido. Ya fuera de una manera u otra siempre ha habido un actor o especialista manejando los hilos y engranajes de esos personajes que se ocultan tras una mascara o embutidos en el cuerpo metálico de un robot. La recopilación de hoy es sobre 10 de los personajes mas míticos de la historia del cine a los cuales se les conoce mundialmente gracias a especialistas o actores desconocidos para la gran mayoría del público.


Son varios los actores que han dado vida al icónico personaje creado por George Lucas a finales de los años 70, pero me centraré en su etapa oscura. En 'SWEIV - A New Hope' fue inicialmente el británico de 42 años David Prowse ('Frankenstein And The Monster From Hell', 'A Clockwork Orange') quien se enfundara el traje negro gracias a su complexión física, 2m y 118 kg. Prowse, que rechazó ser Chewbacca pensando que seria más recordado por haber sido Darth Vader era un veterano de la series de televisión por aquel entonces donde llego a interpretar al Minotauro en 'Doctor Who'. Fue Darth Vader en los tres primeros episodios que se filmaron, los que dieron fama a la saga excepto, las escenas de lucha de los episodios V y VI. Estas fueron interpretadas por el instructor de esgrima, Bob Anderson. A pesar de haber sido el primero en dar vida a Vader, ni su rostro ni su voz aparecen en ninguna de las partes hasta ahora realizadas. La explicación es que a Lucas no le gustaba el acento del actor y decidió reemplazar su voz por la del polifacético James Earl Jones ('The Great White Hope', 'Conan', 'Roots', 'The Lion King'), algo que el británico no supo hasta el mismo día del estreno. Su rostro, que iba a aparecer al final de 'Return Of The Jedi', fue cambiado por el de Sebastian Shaw, otro actor muy conocido por sus trabajos en series de televisión pero que finalmente y tras rodarse la segunda trilogía también seria reemplazado por el del joven actor Hayden Christensen ('Jumpers', 'Outcast'), ultimo en vestir la armadura del mítico personaje y al que se le tuvieron que aplicar unas modificaciones en el traje para asemejar su altura a la del gigante actor británico. David Prowse sigue vivo y su ultimo trabajo fue en 2010 con 'The Kidness Of Strangers', James Earl Jones está en activo, y en este 2015 estrenara 'Starbright', Sebastian Shaw murió en 1994 de forma natural y su ultimo trabajo fue en la serie 'Growing Rich' de 1992. Bob Anderson pasó a mejor vida en 2002 tras haber añadido a su carrera además de dar vida a Vader en las peleas con Luke sino también el haber coreografíado todas las escenas de espadas en la trilogía de 'The Lord Of The Rings'.


El larguirucho, primero plateado y más tarde dorado, droide de protocolo más conocido en el universo cinéfilo. Sólo ha sido interpretado por un actor a lo largo de toda la saga 'Star Wars', ya fuera poniendo su voz o enfundándose el inflexible traje del robot parlanchín. Anthony Daniels es el actor tras el alma de C3PO, un británico que ha dedicado toda su carrera al robot tanto en series, películas, documentales e incluso videojuegos. Una vida dedicada a un solo personaje. ¡Brillante! Anthony Daniels sigue vivo y volverá a ser C3PO en el futuro episodio VII.


El mítico droide bajito de la saga 'Star Wars', el valiente R2D2. A diferencia de su compañero de aventuras C3PO, R2D2 ha sido controlado de varias formas diferentes: mediante radiocontrol remoto, por cables que luego fueron eliminados y por el actor Kenny Baker. Britanico de nacimiento, 33 años y con una altura de 1.12m fue la elección perfecta para meterse dentro de ese cubo con patas que terminaría dándole un salto de calidad a su vida y a su carrera. Baker posteriormente trabajaría también en otros films míticos como 'The Elephant Man', 'Flash Gordon', 'The Hunchback Of Notredam', 'Amadeus', 'Willow' o 'Time Bandits'. A sus 79 años, Kenny Baker volverá a ser R2D2 y estrenara 'When The Devil Rides Out'.
[[Crítica de @marckwire21]]

'Foxcatcher' es un drama aséptico basado en hechos reales que brilla sobre todo, gracias a sus tres protagonistas. Antes que nada querría avisar que la película gana unos enteros si no se conoce la historia de lo ocurrido, mi humilde recomendación personal es que si vais a ver 'Foxcatcher' no leáis nada sobre la verdadera historia en Wikipedia, la disfrutareis mucho mas. Podéis estar tranquilos por los spoilers, que en esta crítica, no los hay. Producida por Sony PicturesAnnapurna Pictures en colaboración con Likely Story, Media Rights Capital y distribuida en España por Vértigo Films, Bennet Miller vuelve a estar este año en la carrera hacia los Oscar con 5 nominaciones, mejor actor, mejor actor secunadario, director, maquillaje y guión original. Tras recibir otros cinco por 'Truman Capote' en 2005, de los cuales solo gano uno el tristemente fallecido P. Seymour Hoffman (único y último en su carrera) a mejor actor, Miller recibió de nuevo en 2011 otras seis nominaciones por el también drama deportivo basado en hechos reales e interpretado por Brad Pitt, 'Moneyball'. Lamentablemente, tampoco ganó en ninguna categoría.

Duros traspiés los que el director neoyorquino ha tenido que afrontar y sacarle provecho para el enfoque de esta nueva apuesta por la estatuilla llamada, 'Foxcatcher' porque, no nos engañemos, es carne de Oscar mucho antes de rodar la primera escena. La historia es la siguiente: el campeón ganador de la medalla olímpica de oro en 1984, Mark Schultz (Channing Tatum), es invitado una tarde para sorpresa de este que no sabe ni quien es, por el millonario magnate John du Pont (Steve Carrell). Este le propone instalarse allí con su hermano mayor Dave Schultz (Mark Ruffalo), y usar sus instalaciones de último nivel para preparar bien un equipo que compita al máximo en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, Du Pont quiere ganarse el respeto de los de su 'especie' y mas que nada la aprobación de su madre (Vanessa Redgrave), mientras que Mark encuentra la posibilidad de despegarse deportivamente de su hermano y superarlo en éxitos. La negación de Dave al inicio provocará fisuras irreparables entre los tres y con ello, la inesperada tragedia.


El guión original es de E. Max Frye y Dan Futterman. Frye llevaba sin aparecer por Hollywood desde 2003 y en cuyo currículum vemos flojas producciones como 'Ten Minutes Older: The Cello', 'Something Wild' o 'Where the Money Is', y donde solo destaca un episodio para 'Band of Brothers' en 2001. Futterman por su parte, con el que Miller ya trabajó en el guión de 'Truman Capote' fue nominado a mejor guión adaptado y para esta ocasión, el dúo de escritores aplica junto a la puesta en escena de su director un tono serio y alejado del deporte que convierte toda la atmósfera en un clima diferente y distinto al que se puede ver en cualquier película que mezcle hechos reales deportivos y drama. La banda sonora con esa selectiva partitura de lentas y puntuales pulsaciones de piano es de Rob Simonsen, ganador del BMI TV Music Award por la música de la serie 'Blue Bloods'. Simonsen junto a Mychael Danna, su compañero de trabajo desde 2004, ganaron el Oscar a mejor música por su composición para el film 'Life of Pi' y junto a el ha co-participado en 'Surf's Up', 'Fracture' ,'Moneyball', '(500) Days of Summer', 'Dollhouse', 'The Way Way Back' o 'The Spectacular Now' entre otros. La fotografía básica es del australiano Greig Fraser, que gracias al conciso diseño de producción y a las caracterizaciones de los personajes transmite muy bien la sensación de la época que se nos cuenta, 1984 en adelante. Desde su trabajo en 'Bright Star' de 2009, a Greig Fraser, no paran de encargarle cada vez mejores proyectos como se puede comprobar en su currículum: 'The Boys Are Back', 'Let Me In', 'Scenes from the Suburbs', 'Killing Them Softly' o 'Zero Dark Thirty'. Además de en 'Foxcatcher' este año, es el encargado de la fotografía también en el remake de reciente estreno 'The Gambler' y se rumorea que hará lo propio en el futuro film de 'Star Wars' que dirigirá Gareth Edwards.

Aunque la historia cuente con la baza del wrestling olímpico y los hermanos Schulz, el verdadero totem rompecabezas y la pieza clave de Bennet Miller como apuesta descarada para meterse en los Oscar, es el gran papel (y la impresionante caracterización) de Steve Carell que le ha valido la nominación a mejor actor. Su cambio de registro interpretando a un personaje dramático tan controvertido y polémico es verdaderamente impactante. Lejos de la serie 'The Office', Steve Carell no se ha prodigado en grandes producciones ni tampoco se le conocía otro registro que el cómico, es mas, todas las películas que ha rodado hasta ahora, son comedias. Esto solo hace que alimentar el morbo por ver a un Carell serio, de mirada extraña, andar corvado y singular, totalmente opuesto al que nos tenia acostumbrados y al que además, le llueven las buenas criticas por su interpretación. Curiosamente su próximo proyecto es 'Freeheld', un drama médico junto a una de las actrices de moda del momento, Julianne Moore. Channing Tatum está perfecto en su interpretación contenida de un Mark Schultz sumergido en constantes dilemas y pensamientos aguantando hasta no poder más. Esta futura promesa del cine se estrenó en 2005 con el film deportivo 'Coach Carter', recientemente lo hemos visto en la popular comedia '21 Jump Street' y su secuela, también en 'G.I. Joe: Retaliation' o 'White House Down'. Pronto podremos verlo repitiendo protagonismo en la esperada 'Jupiter Ascending', también en 'The Hateful Eight' de Tarantino y como Gambito, en la película que se prepara de este personaje de Marvel. Ruffalo, Hulk para los amigos, tiene un papel tan secundario como el de Tatum pero se sobrepone al de este gracias al brillante (nominación al Oscar inclusive) y serio registro que aplica a su personaje y lo alejado que lo mantiene su director de la acción principal hasta el tramo final. Ruffalo, que lleva actuando en películas desde 1994, ahí es nada, es una estrella consagrada y hace poco le vimos en la espléndida tv-movie sobre el SIDA en los años 80, 'The Normal Heart', junto a Julia Roberts y Jim Parsons; para 2015 estrenará la comedia 'Red Light Winter' al lado de Kirsten Dunst, el thriller 'Spotlight' junto con Rachel McAdams y Michael Keaton, y la esperadísima 'Avengers: Age of Ultron', repitiendo como Hulk.


Con una sobriedad y una seriedad más patente respecto a 'Moneyball' este nuevo abordamiento dramático del deporte en su filmografía centra todo su potencial sobre todo en el trío protagonista que ponen el contrapunto de intensidad e interés a un trasfondo deportivo rodado como simple telón de fondo dejando a un lado la épica deportiva nada más que para concatenar la historia y hacernos participes de los hechos que llevaron a los hermanos Schulz y al magnate millonario, escritor, filántropo John du Pont, hacia un momento trágico y crucial en sus vidas, un hecho que los cambiaría para siempre. 'Foxcatcher' es un drama deportivo pausado con miradas criticas a varios otros temas como el abandono financiero de las federaciones americanas a deportes poco conocidos como el wrestling en aquellos años, al poder económico tras el deporte como cuando se menciona que el gobierno ruso esta detrás de la preparación de sus atletas, a las relaciones e intenciones no declaradas entre los tres, y también a esa casta de millonarios conservadores y acomodados que viven de las herencias de sus antepasados, consentidos, podridos de dinero y sin saber que hacer con él, una comprada y farsa vida para una mente inestable que con el paso de los años solo hace que empeorar. Al margen de la escena final tan seca e increíble no por lo raro sino por lo imprevisible de la misma (aunque su director ya nos avisa con esa otra escena donde Du Pont entra en el gimnasio con 'el objeto' en la mano ante la pasividad de los 5 o 6 que están ahí entrenando) me ha gustado el momento en que la madre entra a comprobar a que se dedica su hijo y como entrena a su equipo, las caras de Dave y el resto son de una vergüenza colectiva asumida brillante o la conversación que tienen cara a cara madre e hijo, cuando le deja el trofeo en el regazo, también la ´liberación' de los caballos, las escenas deportivas y la preparación de actores para las mismas es perfecta, la celebración del millonario vitoreado por sus 'pupilos' al que dejan ganar de una manera cómico-vergonzosa es una muestra más del poder que tenía sobre cuanto le rodeaba gracias a su dinero, el falso documental sobre Team Foxcatcher (el momento Ruffalo....) y nunca mejor dicho lo de falso, la escena del helicóptero, los primeros planos de Carrell y las interpretaciones tanto de este como las del propio Ruffalo, que casi se podría decir que tienen el mismo número de frases. En su contra diré que a falta de un poco más de ritmo en el ecuador de la película, existen puntos sin definir como entre otros esa obsesión inicial con los pájaros a los que remite Du Pont varias veces, la compra del tanque y ametralladora o  los años en que se viven las acciones mas importantes, en ese sentido hay bastante desinformación respecto a cuando se suceden los hechos exactamente. Miller dirige este buen drama psicológico con tres personajes que viven y entienden la vida de un modo diferente realizando un trabajo mas serio que sus anteriores producciones, demostrando que cada vez tiene mas pulido su estilo y que pronto dará con la tecla que le haga no solo llevarse nominaciones sino conseguir su tan deseada estatuilla que adorne la repisa de la chimenea por Navidad.
[[Crítica de @marckwire21]]

'Unbroken (Invencible)' de Angelina Jolie es una insulsa y aburrida sucesión de los hechos mas importantes en la vida de Louis Zamperini. El segundo trabajo como directora de la actriz norteamericana es una adaptación del libro escrito por Laura Hillenbrand en 2010 titulado, 'Unbroken: A World War II Story of Survival, Resilience, and Redemption' en el que narra la vida del atleta olímpico americano de ascendencia italiana nacido en 1917, Louis Zamperini. Segundo libro de la escritora que ya vió como su primera creación de 2001 (también historia real) fue adaptada al cine dos años después por Gary Ross ('Pleasantville', 'The Hunger Games') con 'Seabiscuit' protagonizada por Tobey Maguire y Jeff Bridges, una de las grandes cintas de aquel año y que pese a obtener 7 nominaciones a los Oscar no consiguió finalmente llevarse ninguna estatuilla. Los primeros borradores del guión fueron escritos por William Nicholson ('Gladiator') y Richard LaGravenese ('The fisher king', 'The Horse Whisperer' y 'The Secret Life Of Walter Mitty') e iba a estar dirigida por Francis Lawrence ('Constantine', 'I am a Legend' y las partes 2 y 3 de 'The Hunger Games') pero tras la elección de Angelina Jolie como nueva directora en septiembre de 2013, Nicholson dejó el proyecto que fue rescrito por los hermanos Coen junto a LaGravenese que sí se mantuvo en él. La banda sonora es obra del multipremiado y reconocido compositor francés Alexandre Desplat, que este año cuenta con 5 trabajos de gran altura. Al margen de banda sonora oficial, el grupo británico Coldplay es el autor del tema principal de la película llamado, 'Miracles'. Producida por Universal Pictures que se hizo con los derechos tan solo 1 año más tarde de la publicación del libro, también colaboran Jolie Pass, 3 Arts Entertainment y Legendary Pictures que se unió tras la baja de Walden Media. En el reparto tenemos al prometedor actor británico Jack O'Conell como protagonista absoluto dando vida a Louis Zamperini; Domhnall Gleeson y Finn Wittrock como Russell Allen 'Phil' Phillips y Francis 'Mac' McNamara; el novel Takamara Ishihara es Mutsushiro Watanabe, un oficial japonás; Jai Courtney es Hugh 'Cup' Cuppernell y Garret Hedlund es John Fitzgerald.

Después del gran recibimiento, la enorme propaganda y el apoyo al régimen fascista que ganó Mussolini tras organizar el Mundial de fútbol en Italia en 1934, Hitler organizo con la misma idea, los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 en los que participaría Louis Zamperini, un atleta norteamericano con un carácter muy particular. Tres años mas tarde, Zamperini se alistaría en el ejercito donde en mayo de 1943 el bombardero en el que volaba fue derribado y capturado por las tropas japonesas, tras mas de un mes a la deriva, junto a dos de sus compañeros, Russell Allen 'Phil' Phillips y Francis 'Mac' McNamara.

Esperemos que esta producción sirva para que Angelina Jolie se dé cuenta por fin que dirigir películas no es algo sencillo y así abandone su carrera como directora. Aunque me da que no va a ser así. Si os dirigis a la página de Zamperini en Wikipedia tras ver la película, podréis comprobar que lo visto en pantalla grande es exactamente lo que reza en dicha web sobre el atleta americano. Uno se espera algo mas teniendo a los Coen como guionistas pero su trabajo no se observa por ningun lado. Angelina dirige a un solo actor durante todo el film, a Jack O'Conell, el resto son meros espectadores, no se tiene en cuenta para nada al resto de personajes, esto no ayuda a empatizar con el protagonista ni a crear esa figura de invencible que se nos quiere vender. El montaje no es lineal en su primera parte, dejándonos ver y conocer a Zamperini de joven, en forma de flashes o momentos puntuales. Pero estos resultan escasos y demasiado tópicos. Empieza muy floja y previsible en cuanto a la presentación de Zamperini y su familia, tras terminarse los flashes y su participación en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, la historia continua su paso hasta el final de manera convencional. Tanto su infancia, como su conversión al atletismo y su hazaña de Berlin se pasa toda la acción al momento del accidente en el océano y su captura por los japoneses.


Y es aquí donde se supone que Angelina quiere mostrarnos el clímax de su propuesta, mas que centrarse en que conozcamos bien a Zamperini lo hace fijándose solo en momentos puntuales. Es donde yo veo su mayor problema. Su narrativa no lineal al inicio y la poca atención a los secundarios no proporciona toda la emotividad necesaria para sufrir o reir cuando sufre o ríe Zamperini. O'Conell le pone ganas, muchas, y su esquelética caracterización da repelús pero sigo sin ver a ese actor que me encandiló en 'Skins', igual que en '71'. No sé si es cuestión de no saber elegir bien los papeles o de que ningún director ha sabido encontrar la motivación necesaria para hacerlo explotar. Del resto de personajes poco que añadir, apenas les conocemos, apenas sabemos nada de ellos mas que lo justo y necesario y pasan totalmente desapercibidos, ni siquiera Watanabe, el joven torturador infunde miedo, la inexperiencia actuando se nota. Algo que también pasa desapercibido es la banda sonora. Que una película de este tipo no tenga una música épica acorde a los grandiosos y milagrosos hechos que se relatan debería ser delito. No hay fanfarria, no hay siquiera una melodía reconocible. Con tremenda historia detrás, con un libro en el que fijarse y con 137 minutos de duración se ha de ser muy malo, o mala en este caso, dirigiendo para no lograr ni un momento de epica, ni de empatizamiento con alguien al que están torturando. Torturando por decir algo, quien quiera que vea esta película va a tener en mente todo el tiempo al enorme Alec Guinness de 'The bridge on the river kwai' sin ningún tipo de duda. Fallan cosas tan simples como la recreación de los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 (solo se ve 1 bandera nazi), que si por si la señora de Pitt no lo sabe, fue uno de los acontecimientos propagandisticos nazis mas importantes del regimen, sino el que más; el excesivo maquillaje de O'Conell en las escenas durante el vuelo en el bombardero y las cicatrizes inflgindas por sus torturadores al parecer desaparecen al pisar suelo estadounidense. En resumidas cuentas, 'Unbroken (Invencible)' es un fallido intento de Angelina Jolie por instalarse en el olimpo de los directores en Hollywoood y que, por suerte para algunos, no sera este año cuando lo consiga.
[[Crítica de @marckwire21]] 
Un réquiem es la misa de difuntos de la religión católica, un ruego por las almas de los muertos, reproducido justo antes del entierro o en las ceremonias de conmemoración o recuerdo. Encontrar un sello personal tras más de 100 años de cine no era una tarea fácil. Tras un par de cortos y esa brillante rareza de opera prima llamada 'Pi: Faith in caos' en 1996, el americano Darren Aronofsky estrenaba en el año 2000 fuera de competición durante el festival de Cannes, una producción basada en la novela de mismo nombre publicada por Hubert Selby Jr. en 1978, 'Requiem for a dream'. En el libro de Selby Jr. (que también participó en el guión junto a Aronofsky) se refleja su propia experiencia. Nacido en 1928, en 1943 con 15 años se enroló en el ejército para 4 años más tarde ser enviado de vuelta a Estados Unidos debido a que había contraído tuberculosis y los médicos no le daban mas de un año de vida. Al no existir antibióticos fue tratado con un medicamento experimental, estreptomicina. Durante una operación, los cirujanos le retiraron varias costillas para poder acceder a sus pulmones con la mala suerte que uno de ellos se colapsó. La cirugía salvó a Selby Jr. al estirparle la mitad de uno de sus pulmones que a cambio le dejaría severos y graves problemas respiratorios de por vida. Postrado en la cama durante años fue en esta época cuando Selby Jr. se volvió adicto a los analgésicos y a la heroína que lastrarían su vida hasta llevarlo a la tumba. También fueron los años en los que inició su carrera como escritor; sus dos grandes trabajos 'Last exit Brooklyn' en 1961 y 'Requiem for a dream' han sido adaptados al cine en donde el novelista aparece en pequeños papeles. Seis años después de su primera novela en 1961, fue detenido por posesión de heroína y encerrado tres meses en la cárcel de Los Ángeles, donde se había mudado desde Brooklyn intentando dejar las drogas. A la salida de prisión con 39 años, Selby Jr. estaba completamente limpio y así permaneció hasta el día de su muerte donde incluso se negó a recibir morfina para suavizar los problemas que padecía. Hubert Selby Jr. murió en 2004 fruto de una obstrucción pulmonar crónica. 

El film esta interpretado por Ellen Burstyn, una veterana actriz secundaria que en el año 2000 sólo contaba con su papel como la madre de Linda Blair en 'The Exorcist' de 1979 como trabajo mas sonado. Hace poco la vimos en 'Interstellar'. También Jared Leto en su primer papel protagonista tras aparecer en 'Fight Club', 'Girl interrupted' o 'Urban Legend'. Jennifer Connelly, la eternamente joven actriz norteamericana conocida por sus éxitos  ochenteros 'Phenomena' o 'Labyrinth', venía de participar en 'Dark City' y 'Pollock' entre otras. Marlon Wayans, el pequeño de los Wayans, ese mismo año aparecía en dos cintas mas, 'Dungeons & Dragons' y la primera de la venida a menos saga, 'Scary Movie'. Su participación en el film de Aronofsky no deja de ser una sorpresa y su primer papel dramático.Producida por Artisan Entertainment y Thousand Words. La fotografía corre a cargo del habitual de Aronosfsky, también de Spike Lee y ocasionalmente de Joel Schumacher, Matthew Libatique, el ganador de un Oscar y un BAFTA por 'Black Swan'. Su trabajo en'Requiem for a dream' era el tercero en su carrera tras 'Pi: Faith in Chaos' y 'Tigerland'. La música es obra del grandioso Clint Mansell, compuesta por él e interpretada por Kronos Quartet convierten el tema principal casi en un himno mundialmente reconocido por todos, una banda sonora inolvidable y reversionada para la segunda parte de 'The Lord of the Rings'. Era el segundo trabajo de Mansell y ya se podía intuir en el un gran potencial que como no Aronofsky, supo aprovechar mas tarde haciéndolo su compositor fetiche.

Sara Goldfarb (Ellen Burstyn) es una mujer mayor, viuda y con un hijo que esta a punto de abandonar el nido,  Harry (Jared Leto). Sola en la vida, y tras ser engañada con asistir a un programa de autoayuda al que es adicta, Sara empezará a tomara todo tipo de pastillas recetadas por el medico hasta adelgazar lo suficiente para cuando la llamen del programa. Harry es adicto a la cocaína y a Marion (Jennifer Connelly), su novia. Tyrone (Marlon Wayans), el mejor amigo de Harry y también adicto, le sugiere la idea de empezar a traficar y conseguir el suficiente dinero como para vivir tranquilamente y dejarlo a tiempo.


Difícil año en los Oscar para 'Requiem for a dream' ya que había otra película en cartel con el tema de las drogas como telón de fondo, 'Traffic', con grandes estrellas en los papeles principales. Pero no sólo en el apartado de mejor película lo tuvo difícil para obtener la nominación sino también en uno donde a priori debería haberlo estado, el premio a la mejor banda sonora. En dicha categoría ese año terminaron nominados nombres tan importantes como Hans Zimmer, Ennio Morricone o John Williams: casi nada. Lo sorprendente es que fuera Tan Dun por 'Crouching Tiger Hidden Dragon' quien se llevara la estatuilla finalmente. Tampoco se entiende que Julia Roberts se llevara el galardón a mejor actriz por su papel en 'Erin Brokovich' antes que Ellen Burstyn, incomprensible. Esta fue la única nominación a los Oscar que obtuvo 'Requiem for a dream'. Al margen de estar nominada en la misma categoría para los Globos de Oro que tampoco ganaría, la película sí consiguió hacerse con premios en otros festivales entre los que se encuentran la espiga de oro de la SEMINCI en Valladolid a mejor película, y mejor fotografía y actriz en los Independent Spirit.

No creo que haya otra película para hacer sesión doble con 'Trainspotting' que 'Requiem for a dream'. Ciertamente la cinta de Aronofsky se adentra muchísimo más en el drama, pero ambas son igual de crudas y desgraciadamente realistas. Pocas producciones consiguen dejar tan mal cuerpo en el espectador como lo hace esta, un drama cruel y sombrío tejido desde el inicio con un ritmo frenético y un montaje trepidantemente minucioso. Técnicamente es impecable, la fotografía lúgubre y oscura que aporta Libatique junto a las variaciones del tema principal de la película de Mansell crean en el espectador la misma sensación que tienen los protagonistas respecto a la creencia de que es posible cumplir sus sueños. Las notas del tema 'Lux Aeterna' son calmadas en su inicio creando un malrollismo horrible al que la velocidad y las cada vez mas repetidas notas altas van creando esa falsa expectativa de que el sueño americano se puede conseguir, empezar de 0 y hacerse rico para unos o salir en la televisión y sentirse viva para otra. Olvídense de moralinas y de finales edulcorados porque al igual que en la vida real, en 'Requiem for a dream', no los hay. Cuatro personajes que en realidad son dos pero realmente es uno, la adicción. Adicción a los programas de TV, a las pastillas, a los analgésicos, a las anfetaminas, a la heroína, a la cocaina, al café, a la comida, a todo, todo se convierte en adicción cuando no controlamos su consumo o su uso. 'Requiem for a dream' tiene un montaje vibrante y un increscendo vertiginoso, innumerables planos subjetivos, planos detalle, todo se acelera y no hay vuelta atras. En este apartado, la cinta de Aronofsky es tremenda efectiva, no hay duda que su estrambótico montaje deja en constante sacudida la mente del espectador. Increíble el papel de Ellen Burstyn, magnifica, superlativa, la mejor de todo el film. Su personaje Sara Goldfarb es apaleado por la soledad y usado por un sistema que no entiende de personas y si de números. Inconscientemente crueles y llamativas son sus amigas/vecinas que parecen salidas de una producción de Tim Burton y que empujan definitivamente a Sara. Las féminas protagonistas son las que peor llevan su adicción y quienes acaban siendo carne de cañón o de oveja mejor dicho, en un mundo de lobos. La adicción del personaje de Jennifer Connelly es la que peor cuerpo pone. Marion es la unica que no termina con secuelas exteriores, sino interiores, las peores, ya que su adicción solo acaba de empezar a crecer y no hay vuelta atrás. Jared Leto y Wayans me parecen aceptables, ambos estaban empezando y se nota, el peso de las escenas grandes recae en las veteranas Burstyn y Connelly. Son Sara, Harry, Marion y Tyrone, cuatro personas que bajarán a los infiernos para conocer la realidad del sueño americano y los peligros de las adicciones incontroladas. Un mundo oscuro en el que fácilmente se puede caer como le pasa a Sara, quien cree estar haciendo lo correcto en todo momento. Impactante, distinta y realista, el primer gran trabajo a nivel de crítica y público de Darren Aronofsky confirmaba que había un nuevo director en el barrio, y que su mierda, era buena.
[[Crítica de @marckwire21]] 

Han pasado 13 años desde el estreno de la primera entrega de 'The Lord of the Rings'. Ha llovido mucho. Muchisimo. En total, Peter Jackson ha necesitado de 6 películas para llevar su visión de la obra de Tolkien al cine, 2 trilogías repletas de acción, aventuras y emociones que ya son parte de la historia del cine moderno. La ultima de ellas, 'The Hobbit: The Battle of the Five Armies', es un más de lo mismo durante 144 minutos en los que se continua la historia de la segunda parte de 'The Hobbit' para unirla con la primera de 'The Lord of the Rings'. Hablaban los conocedores y sabios lectores de la obra de Tolkien que un libro como 'The Hobbit' no daba para tres películas. Y así fue como se ha podido comprobar vistos los resultados finales. Esto en parte, ha lastrado su éxito desde antes incluso de rodarse además ya se había estrenado antes la trilogía de 'TLOFR', con lo que ese efecto épico innovador y diferente se había desvanecido como el anillo en los fuegos del monte del Destino.

Este adiós a la Tierra Media, esta ultima entrega de los enanos y Bilbo esta centrada totalmente en un escenario, una única y larga batalla. Arranca con el ataque de Smaug a ciudad del Lago en una vorágine de llamas y destrucción arrasando todo a su paso, acto seguido la acción se calma y prepara gestando la batalla final, la batalla entre enanos, elfos, orcos, trasgos, gigantes, gusanos, unos 40 minutos finales de trepidante acción sin descanso donde, como no podía ser de otra manera, todo esta cerrado con la moralina final y el enganche a la saga inicial que encumbró a su director, 'TLOFR'. 


Vale la pena el precio de su entrada y mas con la poca oferta de cine de entretenimiento que hay en la cartelera navideña. Funciona perfectamente como cinta de aventuras, con unos personajes carismáticos e hiper conocidos que dan lo que se espera de ellos, un disfrute para los ojos que no para la mente. Sus mas de dos horas se hacen largas realmente sobretodo por no cambiar la acción de lugar y centrarlo todo en su épico final bélico, el cual uno ansia desde el inicio. No seria extraño que esta ultima entre recibiera nominación a efectos especiales, o banda sonora, pues la partitura que se marca Howard Shore es magnifica, contribuyendo totalmente a aumentar la importancia de la gran batalla final en la historia de la Tierra Media y dotando de un tema principal a la saga tan reconocido como el que creo para la trilogía de 'TLOFR'. Buena cinta de aventuras, cierre perfecto a una de las sagas de la historia del cine, capaz de competir con la gran 'Star Wars', algo que nadie hubiera pensado que pasaría. Los fans de la saga no se la pueden perder porque disfrutaran mucho y los no fans pueden encontrar en ella una buena cinta de aventuras que da lo que promete, ni mas ni menos. 'The Hobbit: The Battle of the Five Armies' es una de las mejores opciones de la cartelera navideña.

Lo mejor: No engaña. Gran película de acción y aventuras épicas alzando el valor de la amistad ante todas las cosas.
Lo peor: Todo gira en torno a un escenario y eso agota, sobretodo cuando la épica y la acción motivadora de esta tercera parte solo nos llega en la media hora final.
[[Crítica de @marckwire21]]
La mejor película y más popular saga europea de zombies o infectados que se ha hecho. No, no me olvido de 'Zombies party', obviamente. Y no es la única cinta de zombies... y humor. Ahí están las francesas 'La horde' o 'Goal of the dead' para confirmar el buen hacer europeo en comedias con zombies, pero 'REC' es la única saga que se toma el tema en serio, como film de terror. La clave del éxito de la película es el tiempo. Son 76 minutos lo que dura la cinta, y en ese concreto espacio de tiempo sólo podrás respirar tranquilamente durante los primeros 20 puesto que luego todo es una sucesión de sobresaltos continuos a cada cual más explosivo. El uso del found footage/falso documental le añade ese toque de credibilidad necesario para que la película funcione como un tremendo estimulante. Porque funciona. Esta técnica lleva usándose en el cine desde los años 80 y principalmente ha estado aplicada al cine de terror aunque también al de ciencia-ficción. Éxitos como la americana 'The Blair Witch Project' en 1999 sirvieron para abrir la veda que sagas como 'Paranormal Activity' o 'VHS' se han encargado de explotar.

'REC' llega al mismo tiempo que la primera parte de 'Paranormal Activity', a finales de 2007, y se presenta en el festival de Cine de Sitges dónde se lleva cuatro premios (director, actriz, critica y publico), y más tarde triunfa con dos premios Goya (actriz revelación y montaje). Ángela Vidal (Manuela Velasco) es reportera de una televisión local que cada noche sigue a un gremio distinto de trabajadores en algunos de sus quehaceres diarios. En esta ocasión Ángela hará el reportaje desde la estación de bomberos. Durante las entrevistas a los trabajadores, estos, reciben una llamada de  emergencia en la que informan de unos gritos que provienen de un piso donde se halla encerrada una señora mayor. La reportera junto a su cámara, el ya mítico Pablo, deciden acompañarlos para grabar en directo la situación. Una vez allí y tras derribar la puerta encuentran a la señora en camisón, moribunda, bañada en sangre y rodeada de gatos. A esto me refería con el tiempo antes, no sólo tiene una duración más cercana al mediometraje sino que la primera explosión vírica por así decirlo llega a los 15 minutos, el metraje restante hasta el final es una continua angustia con tan sólo un espacio de 10 minutos para volver a coger aire gracias a las entrevistas a los vecinos y la entrada del doctor experto.

Y es este hecho en concreto el que vuelve a elevar la tensión aún más si cabe hasta ese golpe seco final, como en 'The Blair Witch Project' pero a un ritmo fulgurante. Un ya clásico del cine de terror firmado por dos grandes directores españoles, el catalán  Jaume Balagueró ('Los sin nombre', 'Darkness', 'Frágiles') y el valenciano Paco Plaza ('El segundo nombre'). Ambos dirigieron las dos primeras partes de esta saga para luego encarar cada uno por solitario 'REC 3' y 'REC 4' respectivamente. No comentaré nada de 'OT, la película'. Supongo que todos tenemos que comer, ¿no? Sino que se lo digan a Álex de la Iglesia con 'Messi'. Bromas aparte, también hay que alabar el buen trabajo de Manuela Velasco y su interpretación de Ángela Vidal, la ya mítica Ángela Vidal, nuestra Teniente Ripley española. Su 'Pablo grábalo todo, por tu puta madre' ya es una de las frases más míticas y repetidas por los incondicionales de la saga y, en esta primera entrega, Manuela está muy creíble, irritante con sus gritos y ataques de histeria al inicio y absolutamente acertada con sus reacciones en la oscuridad. Ángela Vidal es efusiva, espontánea y muy miedosa, no tiene porqué caernos bien, es simplemente una reportera casi novata haciendo un reportaje nocturno seguramente para una especie de Callejeros Workers o algo parecido, un personaje matizado con brillantez por Manuela Velasco a la perfección.


Al margen de la heroína y los cuerpos de seguridad varios, otra gran baza con la que cuenta el film es esa comunidad de vecinos tan real (enormes la pareja de abuelos) o esa portería típica de cualquier ciudad en la que se sitúa toda la acción (un sólo escenario para todo). Allí sucede todo, bajo extensas lonas de plástico que aíslan el edificio y todo lo que dentro ocurre del resto del mundo. 'REC' supuso el inicio de la mejor saga de infectados o zombies europea que se ha hecho hasta la fecha, incluyendo por primera vez en este tipo de películas el falso documental para dar realismo a los hechos y recortando el metraje lo justo y necesario para que la acción no decayera en ningún momento. No entiendo cómo se pueden quejar algunos de la cantidad o los constantes movimientos de cámara cuando lo que vemos es lo que Pablo grabó bajo una situación de máximo estrés como es el estar encerrado en un edificio donde todos van cayendo muertos como moscas unos tras otros. Está acojonado. Como la estaríamos todos en esa situación y de ahí esos movimientos de cámara tan bruscos y abruptos, que ya bastante inteligentes son parándose siempre lo justo para mostrarnos esa imagen espeluznante como la de Conchita cogiendo aire cual toro bravo antes de embestir y recibir dos balazos o el instante en Ángela se asoma por el hueco de la escalera desde el último piso y ve a todos los convertidos subiendo a por ella. Touché.

Son Ángela y Pablo, dos personajes, dos seres humanos que sienten y padecen todo tipo de sensaciones bajo un nivel de presión tan exagerado, como nos pasaría a todos repito. Y si la película intenta tratar el tema desde un punto de vista realista como hace, debo, y tengo que entender sin rechistar tanto el carácter soberbio de Ángela como los nervios de Pablo. Por cierto, el famoso Pablo es Pablo Rosso, encargado de la fotografía en el film y un habitual tanto de Balagueró como de Plaza, incluso trabajó en la primera producción de Pascal Laugier, el director de 'Martyrs', 'Saint Ange' en 2004.
[[Crítica de @marckwire21]]
La eterna pregunta. ¿'Suspiria' o 'Profondo Rosso'? Adoro ambas películas y gusto del cine que propone Dario Argento. Por eso mismo no se puede entender cómo hacer un film como 'Suspiria', que es la quintaesencia del giallo, cuidando hasta el último detalle y dejándose la vida en el juego de luces tan visualmente potente y luego cerrar tan ardua tarea con un portazo en las narices y una silueta dibujada en 3D con tiza. Estoy más que seguro que si esta película no tiene a día de hoy la valoración que se merece es justamente por ese final tan cutre y repentino. Esto no pasa con 'Profondo Rosso', dónde Argento cierra y bien un film curioso y llamativo, uno de los máximos exponentes del giallo (corriente cinematográfica precursora del slasher), un regalo para la vista y para esas partes oscuras de la mente humana que todos tenemos. Algunas de sus premisas principales son la de recrearse en las escenas violentas, en los asesinatos más explícitos haciendo de estos una bellísima coreografía visual y morbosa, distanciándose del thriller policial lineal, plasmando cada muerte como un paso más hasta llegar al giro final con la revelación del asesino.

El giallo tuvo su auge entre los años 60 y 80 donde decenas de producciones mostraban a enmascarados o asesinos perturbados matando a cuantos se ponían por delante, especialmente adolescentes. Movimiento iniciado por Mario Bava y al que otros directores insuflaron de inmortalidad como Sergio Martino, Lucio Fulci o Dario Argento. En 'Profondo Rosso' de 1975 se nos cuenta la historia de Marcus Daly (David Hemmings) un músico inglés que tras encontrarse con su amigo Carlo (Gabriele Lavia), presencia como una médium, Helga Ulmann (Macha Méril), es asesinada en su ventana. Un argumento bastante simple que transmite, puesto en pantalla bajo las directrices de Argento, mucho más de lo que parece. Si Carpenter reconoció haber estado influido por 'Les Yeus Sans Visage' para la máscara de Michael Myers en 'Halloween', sin duda, el tema principal del mítico slasher norteamericano nace con el creado por el grupo italiano Goblin para 'Profondo Rosso'. Lo primero en que se piensa tras ver la película de Argento es que es un trabajo bien hecho, con un estilo definido y reconocible 100%, que habían ganas de innovar y expresar muchas ideas que venía guardando y lo hace sin tapujos, sin importarle la coherencia de algunos tramos del guión en pos de acrecentar las muertes que en él se ven.


Cantidad de imágenes hipnóticas acompañadas de la banda sonora de Goblin que transmiten un tono macabro y sanguinolento a todo el ambiente. Impresionante el susto conseguido con el muñeco. Un ambiente rojo, cortinas rojas, suelos rojos, sangre roja, vestuario mayormente rojo, no tonos rojizos no, rojos absolutos, rojo profundo. Pese a parecer algo cutre por momentos no deja de perder su reconocible estilo estético en ninguna escena. Argento maneja todo tipo de planos, detallados y primeros como los guantes de cuero o los ojos del asesino una y otra vez, los juguetes alineados, o planos generales picados como el de la fuente en la conversación con Carlo y al final cuando Marcus descubre lo que descubre. Talmente su historia no es que carezca de importancia, es que pasa totalmente a un segundo plano por toda la belleza de la puesta en escena que consigue el director italiano, uno no espera una frase brillante ni una respuesta doblemente brillante, espera que el asesino vuelva a matar y disfrutar de un nuevo número sangriento. Eso es así, sino, es imposible que pueda gustar el giallo: la corriente cinematográfica más cercana a la búsqueda del arte en sus imágenes.
[[Crítica de @marckwire21]]
Dolor, mucho dolor. Pascal Laugier se propuso conseguir retorcernos las entrañas en 2008 con su segunda película, 'Martyrs'. Y lo consiguió. Una cinta de terror basada en el dolor y en la violencia justificada hasta el punto de convertirla en un personaje más, un personaje insufrible. 'Martyrs' es la exposición de una historia para la que hay que tener estómago, un thriller repulsivo, gratamente desagradable y con un sorprendente y despiadado desenlace. Tranquilos, no es una versión de 'The Human Centipede', no sigue esa estela. Chamfors. Años 70, una chica desaparecida hace un año llamada Lucie es encontrada absorta, semidesnuda y completamente llena de moratones y arañazos caminando por una solitaria carretera. Tras ser recogida por las autoridades, estas confirman no encuentran signos de abuso sexual y la hospitalizan hasta que se cure de todas las heridas, tanto físicas como psicológicas. ¿Dónde estuvo Lucie durante todo aquel año? ¿Porqué apareció en ese estado? ¿Porqué no puede articular palabra?

Hay bastantes webs que estropean el clímax inicial de este film contando más cosas de las debidas y que si, por casualidad alguien las lee antes, corre el peligro de no 'sufrir' tanto viendo 'Martyrs'. Algo que luego afectará sin duda a la valoración final. El arranque es sublime, espectacular, con un ritmo endiablado y que deja al espectador catatónico como la propia Lucie al inicio. Totalmente en shock por ese tornado inicial de violencia e imágenes impactantes Laugier concede tramos de tranquilidad de unos 20-25 minutos para asestar un nuevo golpe que trastoque toda esa paz. Durísimas imágenes que calan hondo en el espectador, recuerdos de la saga 'Hostel' o de aquellos slashers setenteros de braguitas ínfimas como 'I spit in your grave', 'The hills have eyes' o incluso 'The texas chainsaw massacre'. La violencia como medio para aterrorizar y poner al espectador inquieto, a disgusto con lo que ve y disfrutando a la vez. No es 'Funny games' ni lo pretende, 'Martyrs' no quiere dar explicaciones, va directa a sorprender, a dar el grito cuando todo está en silencio. Esta película ya forma parte de esa nueva (¿?) ola de terror francés que azota Europa y Estados Unidos en la que encontramos otros títulos como 'Haute tension', 'A l'interieur', 'Le horde' o 'Frontiere(s)'. Que una película como esta no encienda automáticamente el interruptor de un posible remake americano es simplemente porque no pueden, o no les dejan, vayan ustedes a saber. Lo más parecido en cuanto a terror violento yankee es 'Hostel', y les aseguro que ninguna de las dos partes hace sombra al film de Laugier, donde el sólo impacto del final 'merece' toda esa violencia excesiva y desmesurada.


Parte del gran éxito del film junto con el impacto visual de las escenas violentas y escabrosas son las grandes interpretaciones de su pareja protagonista, Mylène Jampanoï (Lucie) y Morjana Alaoui (Anna), ambas a un gran nivel, sobretodo Morjana. La fotografía de Stéphane Martin y Nathalie Moliavko-Visotzky junto a la banda sonora de los hermanos Cortes envuelven este doloroso y perturbador producto. Para finalizar recalcaré el mal cuerpo que deja el film de Laugier, dejando la sensación de haber presenciado algo diferente y cruel a la vez. Un inteligente y macabro ejercicio de estilo con un fin claro, con un final que entra perfectamente en los cánones del cine de terror y que aporta un nuevo aire de frescura violenta. Aconsejable ver urgentemente otra película después para quitarse el mal trago si es que son capaces. Porque, si algo deja grabado a fuego Laugier es su marca en vuestro cerebro y mas que grabada a fuego, incrustada con tornillos.
[[Crítica de @marckwire21]]
Antes que 'Nosferatu', 'Dracula' o 'Frankenstein' existió Cesare. 'Das Kabinett des Dr. Caligari' abre el telón mostrándonos a un preocupado Francis (Feher) conversando con un amigo al que relata unos hechos que vivió no hace mucho. A modo de flashback (durante todo el metraje prácticamente) Francis nos cuenta la llegada de una feria ambulante a Holstenwall, un pequeño pueblo al noroeste de Alemania. Uno de los feriantes, el extravagante doctor Caligari (Werner Krauss), presenta a su máxima estrella, Cesare (Conrad Veidt), un sonámbulo que lleva 25 años en hipnosis y es capaz de predecir el futuro. Extrañas y misteriosas muertes se sucederán en los días siguientes a la llegada de la feria. La obra cumbre del expresionismo cinematográfico la dirigió el checo Robert Wiene en 1920, dos años antes que 'Nosferatu' de F.W. Murnau.

En principio, iba a ser otro gran director como Fritz Lang el encargado de dirigir el film, pero este se encontraba rodando la segunda parte de 'Die Spinnen'. El guión corre a cargo del también checo Hans Janowitz ('The Janus Head', 'Marizza, genannt die Schmuggler-Madonna') y el austríaco Carl Mayer ('Der Letzte Mann', 'Sunrise') basándose en historias personales de ambos. Os aconsejo que indaguéis, sobretodo en el aporte de la historia personal de Janowitwz al guión. El mítico nombre del doctor viene dado por un libro escrito por Stendhal, 'Cartas desconocidas', donde el escritor relata un encuentro que tuvo con un oficial en la Scala de Milán llamado Caligari. El pintor e ilustrador Alfred Kubin iba a ser el diseñador de los decorados por petición de Janowitz, pero fueron los pintores expresionistas Walter Reinmann, Walter Röhrig y Hermann Warm quienes crearon finalmente esos fondos pintados en telas llenos de formas geométricas, esas calles retorcidas, sillas enormes en diminutos espacios, ventanas con marcos puntiagudos y un sinfín de ambientes totalmente opresivos y oscuros que la fotografía e iluminación de Willy Hameister ('Hintertreppe', 'Genuine') supo plasmar a la perfección en cada escena y cada plano de la película.

En cuanto a su banda sonora, fue creada por Giuseppe Becce ('Der Letzte Mann', 'Das blaue Licht'), pero no existe ninguna versión con la partitura original del compositor italiano ya que esta está totalmente perdida. En las futuras restauraciones que la obra de Robert Wiene sufrió, el acompañamiento musical fue totalmente reescrito usando algunos trazos de otras composiciones de Becce para el cine mudo por autores como Lothar Prox en 1985, Richard Marriott en 1987, Rainer Viertelboeck en 1993, Timothy Brock en 1996 (aquí además se añadieron filtros de color dependiendo de la localización de la escena) y la última en 2014 por el neoyorquino John Zorn durante el Festival de Berlín. También pululan por cierta red social de vídeos una decena de versiones con imaginativas bandas sonoras, algunas muy logradas e incluso existe una en la que canta David Bowie.


Una gran película de poco más de una hora llena de detalles a los que prestar atención, varios símiles políticos e ideológicos pueden salir de ella después de verla. Han pasado más de 90 años y sigue siendo un claro referente del cine de terror donde además de teorías políticas o posicionamientos ideológicos se disfruta del expresionismo alemán mas exaltado y por si esto no fuera suficiente contiene una narrativa brillante y caótica en los pocos textos que se nos muestran capaz de hacer que el espectador no sólo que no se pierda en sus escasos diálogos sino que termine sorprendido con ese giro final, esa vuelta de tuerca que ha servido de inspiración a tantos y tantos directores. La unión de tantos buenos artistas trabajando a la vez crea una atmósfera y ambientación únicas, incluidos los actores con sus portentosos maquillajes y exageradas interpretaciones, rodeados de formas cubistas, góticas y altísimas puertas oblicuas que comprimen todos los recovecos de la puesta en escena donde nada se escapó al ojo de su director que supo captar siempre la atención del espectador hacia donde quiso. El uso del iris junto a esos fundidos a negro trasladan de manera impresionante a saborear esa angustia, ese miedo tan inquietante que por ejemplo infunde la escena en que Cesare abre los ojos, ese instante que parece no tener fin o la fuga del mismo por las callejuelas estrechas de Holstenwall tras el intento de rapto de Jane (Lil Dagover).

Gran obra que influyó en otros magníficos directores como Hitchcock, David Lynch o Tim Burton, sobretodo en este último, 'Edward Scissorhands' con Depp idéntico a Cesare, los decorados geométricos de 'Bettlejuice' o el Penguin que intepretó DeVito en 'Batman Returns'. Al igual que al 'Nosferatu' de Murnau, a 'Das Kabinett des Dr. Caligari' se la puede considerar también un documento histórico filmado por un director adelantado a su época capaz de añadir un extenso flashback y un giro final a su obra en busca de la sorpresa del espectador y a su vez llenar de mensajes entre líneas toda su obra. Algo que está muy valorado a día de hoy y que Robert Wiene ya hizo hace casi 100 años. El cine sigue en pañales.
[[Crítica de @marckwire21]]
Posiblemente y limando algunos pequeños errores esta sea la mejor película española de terror que se haya realizado. 'El juego de los niños' fue una novela que Juan José Plans publicó en 1976 y que el eterno Chicho Ibañez Serrador adaptó para el cine ese mismo año. En pleno verano, un matrimonio de turistas extranjeros (no se deja claro su nacionalidad, aunque tienen una pinta de ingleses que tira para atrás) deciden pasar unos días a modo de luna de miel en la costa levantina, en Benavis. Su búsqueda de paz y tranquilidad los llevara a conocer la existencia de una pequeña isla a unos kilómetros de la costa, Almanzora. Una vez allí Tom (Lewis Fiander) y Evelyn (Prunella Ransome) comprobarán que la pequeña isla esconde un gran secreto. '¿Quién puede matar a un niño?' fue el titulo que finalmente Chicho le adjudicó creando así la duda en el espectador sin ni siquiera haber visto el film. ¿Seríamos capaces de matar a un niño? Este es el primer golpe que el realizador español daba con su película, el segundo sería el prólogo de la misma. Usando imágenes de archivo observamos el trato que se ha dado a los niños a lo largo de la historia, especialmente en aquellos que habitaban en zonas de guerra. Al igual que cuando un matrimonio con hijos se separa o divorcia, los niños son los que mayormente suelen pagar los platos rotos como se comenta en el film. En las guerras también hay dos bandos, incluso más, como sucede en los matrimonios, y los niños, tanto en la guerra, como en la separaciones conyugales y en general en la vida, siempre son los grandes damnificados.


El uso de niños en películas de terror casi siempre ha llevado a estas al éxito, 'The Innocents', 'Village of the damned', 'The Omen', 'Poltergeist'. En '¿Quién puede matar a un niño?' Ibañez Serrador no esconde nada en la oscuridad, ni tras una cortina, el terror infantil inducido por esa masa de críos que pueblan Almanzora se muestra bajo el sol mas abrasador y sus blanquecinas casas veraniegas. La ambientación es magnífica: no todas las producciones de terror han de ser oscuras, góticas o infestadas de sangre. Para infundir miedo en el publico también puede crearse un clima malsano o viciado, con el silencio de una isla y de unos niños que tan sólo te miran y sonríen en silencio, un puñado de infantes que parecen versiones diabólicas de Tito y Piraña, con sus pantalones cortos ceñidos de época, sus sombras reflejadas en las paredes de las casas de cal donde el sol acelera cada decisión que se toma debido a la angustia y la incredulidad ante las reacciones de los pequeños. Chicho creó un mundo aterrador a plena luz del día, sin posesiones, sin visiones, sin zombies, sin Draculas ni sucedáneos, sin casi ninguno de los estereotipos más usados para provocar terror, y eso amigos, es algo que a día de hoy es casi imposible encontrar.

A destacar y mucho la banda sonora del compositor habitual de Chicho, Waldo de los Rios, un argentino afincado en España que impulsa todos los momentos de clímax propuestos por el director español a lo largo de las casi dos horas de duración. El tema principal basado en una canción de cuna y sus variaciones durante la película forman un conjunto de sinfonías perfecto. Un estupendo thriller de terror al que perdonándole algunos fallos de guión y al que limando un poco las decisiones de sus personajes conforme se acerca el final se le podría considerar el mejor thriller psicológico que ha parido este país en toda su historia.
[[Crítica de @marckwire21]]
'The Wrestler' es la cuarta película del imaginativo director descendiente de polacos, Darren Aronofsky. Se estrenó a finales de 2008 y principios de 2009, dos años más tarde desde su controvertido último trabajo, 'The Fountain'. Aronofsky y Mansell. Estos dos nombres deberían ser suficiente razón como para verla, pero estamos ante un caso especial donde sí se aprecia la mano de Aronofsky, pero la de Mansell no pasa más allá de una banda sonora de acompañamiento mínimamente audible y jugosa. La fotografía corre a cargo de Maryse Alberti que recibió el premio por su composición en los Independent Spirit Awards. Pero... poco importa, ya que el propio personaje principal, Robin Ramzinski aka Randy 'The Ram' Robinson (El Carnero), empaña cualquier otro trabajo realizado en la película. Mickey Rourke da vida a este luchador de wrestling regalándonos posiblemente la mejor interpretación de su vida, la culminación de una carrera llena de titubeos en la que después de estar relegado al ostracismo tras ser un mito de acción y erótico en los años 80-90 ('Angel Heart', 'Nine 1/2 Weeks' o 'Wild Orchid') resurgió cual ave fénix mostrándonos todos esos matices que hicieron de su carisma e interpretaciones, un ídolo. El papel iba a ser para Nicolas Cage, y por suerte para todos, al final fue Rourke el elegido. Grandioso acierto. Apuntar también que Rourke fue boxeador durante mucho tiempo. Aunque lo parezca, no está basada en ninguna historia real y tampoco es la biografía de 'The last warrior' ni de Hulk Hogan. En un top ten de películas de deportes, es imposible que este film de Aronofsky quedara fuera, por mucho que pasen los años, es la 'Toro Salvaje' del wrestling: épica, desgarradora y enternecedora al mismo tiempo. Premiada en varios festivales sobretodo por su parte actoral donde Rourke hizo su agosto llevándose el BAFTA a mejor actor y una nominación en los Oscar. Que no lo ganara fue culpa de Sean Penn y su interpretación en 'My name is Harvey Milk', de la cual no puedo opinar porque no la he visto. Marisa Tomei estuvo nominada a mejor actriz secundaria.

'The Wrestler' nos cuenta el final de la carrera de un luchador de wrestling muy famoso en los años 80, y actualmente en plena decadencia, el cual tiene una vida bastante complicada con una hija "abandonada" por su carrera, enamorado de una stripper entrada en años y los problemas físicos acarreados tras tanto tiempo recibiendo golpes y más golpes en el ring. Mickey Rourke protagoniza el film acompañado de Marisa Tomei dando vida a la stripper Casidy/Pam y Evan Rachel Wood como su hija Stephanie Robinson.


El carácter de Randy es muy diferente al que a priori os podáis imaginar, podríamos sintetizarlo en la frase: tiene un corazón que no le cabe en el pecho. Muestras de ello son las escenas con los niños, con la stripper de la que esta enamorado, con su hija (las escenas más dramáticas), incluso las conversaciones con otros luchadores antes de los combates, denota ser amable, cariñoso, que se "cuida" dada la vida que ha llevado, lleno de amor. Hablamos de un luchador de wrestling, no quiero decir que no tengan sentimientos este tipo de luchadores, pero es muy chocante esa actitud tan tierna en un tipo tan grande de aspecto físico idéntico casi al famoso luchador ochentero antes citado, 'The last warrior'. Emociona. La interpretación de Mickey Rourke es brutal, os creeréis que estáis viendo a un autentico luchador de este deporte. ¿Porqué es apodado "el Carnero"? Por su ataque especial, con el que remata a los contrarios, subiendo a la esquina del cuadrilátero y lanzándose con los codos por delante noqueando a cualquier contrincante. Los detalles sobre el mundo del wrestling son reveladores, dando un buen ejemplo en el combate final contra Ayatollah (Ernest Miller), asemejándose a aquellos míticos combates de los 80 que algunos, como yo, vivimos personalmente, 'The last warrior' vs. Hulk Hogan o Los Sacamantecas (The Bushwhackers) vs. El enterrador. Dejando a un lado la nostalgia, como dije, los detalles sobre este mundo son magníficos y ayudan mucho a meterse en situación. Solamente los créditos iniciales son una gran muestra de ello asi como el vídeojuego de Nintendo con The Jam vs Ayatollah o los entresijos y tretas preparadas por los luchadores antes de los combates. Randy viste un plumón, descosido por un brazo, como su cuerpo, como su vida, sucio, con pinta de no haber sido lavado nunca, embutiendo las carnes de una vieja leyenda dispuesta a luchar por esa ultima esperanza de tener una vida normal junto a su adorada stripper y conseguir la reconciliación con su olvidada hija. Pero a veces o casi siempre, la vida, no es como queremos y Randy lo termina por aceptar volviendo a los rings por última vez, donde se siente vivo, donde lo aman... el desenlace final os emocionará.

Los secundarios están más bien como adorno obteniendo mas protagonismo Marisa Tomei (Pam), la stripper de la cual esta enamorado Randy y por la que es capaz de todo que la propia hija de este. Realmente hay ciertos paralelismos entre la vida de la stripper y la vida del luchador, cada uno en su ambiente, cada uno con su estilo de vida, y ambos cansados de darlo todo por su público sin obtener ninguna recompensa después de tantos años frente a ellos. Adoro esa escena en la que Pam sube al escenario para bailar en la barra y se da cuenta que nadie está por ella, que nadie la mira, como cambia su mirada en cuanto ve a Randy entrar en el bar, igualaría esta escena a la vivida por Randy en la convención de fans cuando ve al resto de sus excompañeros a cuál más estropeado. Aun así, Pam se muestra mas indecisa y su tardanza en abrir los ojos será crucial en el destino de Randy. La hija, Evan Rachel Wood (Stephanie) es un adorno interesante, con un par de escenas y poco más consigue transmitir la tristeza encubierta en odio hacia su padre, imposible valorar el trabajo de Evan Rachel Wood ya que no pasa de 10 minutos en pantalla juntando todas sus intervenciones. Destacaría algunas escenas como la conversación con el niño y el "Call of Duty", la entrada en la charcuteria de un Randy dispuesto a comenzar una nueva vida (los gritos del público hasta antes de pasar la cortina de plástico) o la explosión de rabia en la charcuteria tras la insistencia de un cliente al reconocerlo. Mención especial para el polvo con la rubia, no por la escena en si, sino por la habitación donde luego despierta Randy con los posters de bomberos, impagable. En cuanto a la música y la frustación tras ver a Mansell en los créditos y después escuchar lo inútil de su aportación a la película no queda mucho mas que añadir, la banda sonora no original esta compuesta sobretodo por grupos de rock de los 80 con algún tema mas de The Scorpions, Guns ´N Roses o Cinderella, poco remarcable pero muy acorde con el film. La película arranca con un tema bastante conocido como es el "Bang Your Head" por Quiet Riot, de 1983, canción que es usada también por Randy en sus actuaciones. Al final de la película un grande como Bruce Springsteen acompaña los créditos finales con el tema principal titulado igual que la película, "The Wrestler". La verdad que realmente no sé hasta que punto hubiera hecho bien una banda sonora autentica y palpable de Mansell, quizás le hubiera dado un enfoque más oscuro, y la película en sí no lo necesita a mi modo de ver ya que Rourke lo abarca todo.


Existen películas en las cuales al igual que en el universo, un día, coinciden varios fenómenos dando lugar a un suceso extraordinario, algo fuera de lo habitual, que llama mecanismo la atención y que por alguna extraña razón, perdura en la memoria de aquellos que tienen la suerte de presenciarlo. Es exactamente, lo que ocurre en esta película. Da igual que no te guste el wrestling, da igual que odies ese deporte convertido en show, da igual que no soportes a Mickey Rourke, todo, absolutamente todo da igual porque, durante aproximadamente 100 minutos, vivirás, sufrirás y padecerás lo que Randy vive, sufre y padece. La historia de una bestia que conmueve.
Copyright © 2012 Siempre en VO