Recomendaciones de Cine de Terror Europeo: #7 - Das Kabinett des Dr. Caligari (1920) de Robert Wiene
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[[Crítica de @marckwire21]] |
Antes que
'Nosferatu', 'Dracula' o 'Frankenstein'
existió Cesare. 'Das Kabinett des Dr.
Caligari' abre el telón mostrándonos a un preocupado Francis (Feher) conversando con un amigo al que
relata unos hechos que vivió no hace mucho. A modo de flashback (durante todo el metraje prácticamente) Francis nos
cuenta la llegada de una feria ambulante a Holstenwall, un pequeño pueblo al
noroeste de Alemania. Uno de los feriantes, el extravagante doctor Caligari (Werner Krauss), presenta a su máxima
estrella, Cesare (Conrad Veidt), un
sonámbulo que lleva 25 años en hipnosis y es capaz de predecir el futuro.
Extrañas y misteriosas muertes se sucederán en los días siguientes a la llegada
de la feria. La obra cumbre del expresionismo cinematográfico la dirigió el
checo Robert Wiene en 1920, dos años
antes que 'Nosferatu' de F.W. Murnau.
En
principio, iba a ser otro gran director como Fritz Lang el encargado de dirigir el film, pero este se encontraba
rodando la segunda parte de 'Die Spinnen'.
El guión corre a cargo del también checo Hans
Janowitz ('The Janus Head', 'Marizza, genannt die Schmuggler-Madonna')
y el austríaco Carl Mayer ('Der Letzte Mann', 'Sunrise') basándose en historias personales de ambos. Os aconsejo
que indaguéis, sobretodo en el aporte de la historia personal de Janowitwz al guión. El mítico nombre
del doctor viene dado por un libro escrito por Stendhal, 'Cartas
desconocidas', donde el escritor relata un encuentro que tuvo con un
oficial en la Scala de Milán llamado Caligari. El pintor e ilustrador Alfred Kubin iba a ser el diseñador de
los decorados por petición de Janowitz,
pero fueron los pintores expresionistas Walter
Reinmann, Walter Röhrig y Hermann Warm quienes crearon finalmente
esos fondos pintados en telas llenos de formas geométricas, esas calles
retorcidas, sillas enormes en diminutos espacios, ventanas con marcos
puntiagudos y un sinfín de ambientes totalmente opresivos y oscuros que la
fotografía e iluminación de Willy
Hameister ('Hintertreppe', 'Genuine') supo plasmar a la perfección en
cada escena y cada plano de la película.
En cuanto
a su banda sonora, fue creada por Giuseppe
Becce ('Der Letzte Mann', 'Das blaue Licht'), pero no existe
ninguna versión con la partitura original del compositor italiano ya que esta
está totalmente perdida. En las futuras restauraciones que la obra de Robert Wiene sufrió, el acompañamiento
musical fue totalmente reescrito usando algunos trazos de otras composiciones
de Becce para el cine mudo por
autores como Lothar Prox en 1985, Richard Marriott en 1987, Rainer Viertelboeck en 1993, Timothy Brock en 1996 (aquí además se
añadieron filtros de color dependiendo de la localización de la escena) y la última
en 2014 por el neoyorquino John Zorn
durante el Festival de Berlín. También pululan por cierta red social de
vídeos una decena de versiones con imaginativas bandas sonoras, algunas muy
logradas e incluso existe una en la que canta David Bowie.
Una gran
película de poco más de una hora llena de detalles a los que prestar atención,
varios símiles políticos e ideológicos pueden salir de ella después de verla.
Han pasado más de 90 años y sigue siendo un claro referente del cine de terror
donde además de teorías políticas o posicionamientos ideológicos se disfruta
del expresionismo alemán mas exaltado y por si esto no fuera suficiente
contiene una narrativa brillante y caótica en los pocos textos que se nos
muestran capaz de hacer que el espectador no sólo que no se pierda en sus
escasos diálogos sino que termine sorprendido con ese giro final, esa vuelta de
tuerca que ha servido de inspiración a tantos y tantos directores. La unión de
tantos buenos artistas trabajando a la vez crea una atmósfera y ambientación únicas,
incluidos los actores con sus portentosos maquillajes y exageradas
interpretaciones, rodeados de formas cubistas, góticas y altísimas puertas
oblicuas que comprimen todos los recovecos de la puesta en escena donde nada se
escapó al ojo de su director que supo captar siempre la atención del espectador
hacia donde quiso. El uso del iris junto a esos fundidos a negro trasladan de
manera impresionante a saborear esa angustia, ese miedo tan inquietante que por
ejemplo infunde la escena en que Cesare abre los ojos, ese instante que parece
no tener fin o la fuga del mismo por las callejuelas estrechas de Holstenwall
tras el intento de rapto de Jane (Lil
Dagover).
Gran obra
que influyó en otros magníficos directores como Hitchcock, David Lynch o
Tim Burton, sobretodo en este último,
'Edward Scissorhands' con Depp idéntico a Cesare, los decorados
geométricos de 'Bettlejuice' o el
Penguin que intepretó DeVito en 'Batman Returns'. Al igual que al 'Nosferatu' de Murnau, a 'Das Kabinett des
Dr. Caligari' se la puede considerar también un documento histórico filmado
por un director adelantado a su época capaz de añadir un extenso flashback y un
giro final a su obra en busca de la sorpresa del espectador y a su vez llenar
de mensajes entre líneas toda su obra. Algo que está muy valorado a día de hoy
y que Robert Wiene ya hizo hace casi
100 años. El cine sigue en pañales.
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