'The Bling Ring', el estilo, y la narrativa vacía de Sofia Coppola
Título: The Bling
Ring
Director: Sofia
Coppola
Guión: Sofia
Coppola (basado en hechos reales, artículo de Vanity Fair de Nancy Jo
Sales "The Suspects wore Louboutins")
Fotografía: Christopher
Blauvelt, Harris Savides
Año: 2013
Duración: 90 min.
País: Estados
Unidos
Productora:
American
Zoetrope / NALA Films / Pathé Distribution
Reparto: Israel
Broussard, Katie Chang, Emma Watson, Leslie Mann, Taissa Farmiga, Erin Daniels,
Nina Siemaszko, Gavin Rossdale, Stacy Edwards, Maika Monroe, Claire Julien, Joe
Nieves, Halston Sage, Paris Hilton, Kirsten Dunst
The
Bling Ring
es el último trabajo de la hija del increíble realizador Francis Ford Coppola, Sofia
Coppola. Con esta película firma su quinto largometraje en una carrera
cinematográfica altamente irregular. The
Virgin Suicides (1999) y Lost in
Translation (2003) representaron su espectacular entrada en el negocio del
cine, dos filmes de factura impecable que la hicieron entrar de golpe y porrazo en la
lista de directores con más futuro de aquel entonces. Basada en hechos reales y
inspirada por un artículo de la Vanity
Fair, The Bling Ring (traducción
literal: "el anillo ostentoso") cuenta la historia de un grupo de
jóvenes de entre 16 y 17 años que durante meses se estuvieron colando en casas de famosos
(Paris Hilton, Orlando Bloom, Megan Fox, entre otros) para llevarse dinero,
ropa, bolsos y zapatos, por el valor de más
de 3 millones de dólares. Los medios
y la sociedad de los Estados Unidos se volcaron en la historia y le dieron el
nombre The Bling Ring a la banda.
Varios de ellos acabaron en la cárcel, pero consiguieron lo que perseguían con
todos esos robos: ser famosos.
Un chaval tímido y
descontento con su apariencia, Marc (Israel
Broussard) llega a un nuevo instituto y se hace un gran amigo de Becca (Katie Chang), una chica descarada y obsesionada con la vida ostentosa del famoseo que pulula por los Estados
Unidos, ya sea en forma de modelos, actores, actrices, cantantes o vividores.
Poco a poco Marc va siendo aceptado en el reducido grupo de amigas de Becca,
que seguirá desde entonces un estilo de vida cíclico: marihuana, robos,
cocaína, fiestas, metanfetamina, bolsos Gucci, vestidos Louis Vuiton...
Sofia
Coppola
convierte una buena historia como es The
Bling Ring en un aburrido ejercicio
de su propio y definido estilo, que cuenta, eso sí, con una muy buena banda
sonora (destaco por encima de los demás el tema del marido de Coppola, Bankrupt! de Phoenix), y con una gran fotografía y un trato precioso de la
luz (obra de Christopher Blauvelt
y Harris Savides) ya típico de todas
las producciones de la realizadora, que aquí conjuga a la perfección con los
personajes fríos, distantes y superficiales que conforman el guión de la Coppola. Y es que los personajes
merecen un punto y aparte.
Totalmente
desdibujados e insípidos, creados como esclavos del estilo de vida
superficial de los famosos a los que quieren emular, retratan de forma
magnífica, eso es cierto, la generación joven de los Estados Unidos y por
desgracia la creciente en todo el mundo. Esos niños-bien obsesionados con las marcas y la fama pomposa, y definidos por la falta de moralidad y de
raciocinio (incluso después del accidente de coche totalmente colocados,
sólo alardean de ello en vez de poner remedio a su situación).
Leslie Mann perfecta en su papel de madre obsesionada con la filosofía medio sectaria del libro The Secret. |
Hablando de los
jóvenes, me veo obligado a recordar los padres de los miembros de la banda:
despreocupados de las ocupaciones de sus hijos y, por lo que parece, ajenos al
número desorbitado de fiestas por semana, parecen carecer de importancia en el
relato. De entre todos los actores y actrices que conforman este mural de
personajes unidimensionales, destacan en sobremanera Emma Watson, increíble en su papel de pija, y Leslie Mann, que consiguen (como mínimo en mí) llevarse las únicas
risas de todo el metraje.
En resumen, Sofia Coppola desea con tanta firmeza
retratar en este relato a unos personajes necios y superficiales en el mundo
aún más necio y superficial de la moda y la fama, que acaba por resultar
tediosa, vacía y altamente mediocre, pero, aún así, mejor que Marie Antoinette.
Lo
mejor:
Emma Watson confirma que hay mucho más
allá de su Hermione Granger, y la belleza formal del filme.
Lo
peor: es una película insustancial y aburrida, y, por lo tanto, totalmente prescindible.
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