RETROSPECTIVA Lars von Trier: El elemento del crimen
Crítica de @PaulPorcoRosso |
Lars von Trier sorprendió a
público y crítica internacionales con su enorme talento e imaginación en 1984, con apenas 28 años de edad. Es pues, The Element of Crime, el estudio de una
mente deteriorada por sucesos traumáticos, que, aparte de contar una historia
ciertamente interesante con mucho criterio, ahonda en la podredumbre del viejo
continente y nos muestra ciudades a cada cual más deprimente e inundada de
crímenes y depravación sexual.
El detective Fischer (Michael
Elphick) se encuentra en El Cairo en la consulta de un psicólogo (Ahmed El Shenawi), para una regresión
hacia el último caso que ha investigado en Europa, cuyo final traumático le
impide recordar. Para este caso, él se puso en contacto con Osborne (Esmond Knight), maestro y mentor, y
escritor del método deductivo "El Elemento del Crimen", basado en el
estudio del criminal para conocer sus pautas y anticiparse a sus movimientos.
El caso, los crímenes de la lotería: Harry Grey, asesino de niñas vendedoras de
lotería.
Vi The Element of Crime por
primera vez este verano, fruto de una recomendación de mi hermano, que me dejó
el DVD de su videoteca personal. Al final del primer visionado, debo reconocer
que me quedé anonadado ante lo que había ocupado todos los pensamientos de mi
cerebro durante la poco más de hora y media que dura el filme. Después de un
segundo visionado, la densa trama del filme de debut en la dirección de Lars von Trier (por el que ganó el
Premio Técnico en Canes) me es más fácil de deshilachar, ya que consigo dejar
de lado el apabullante apartado visual experimental del filme, obra del
director de fotografía (digno de mención) Tom
Elling. Ese tono ámbar/sepia que inunda la pantalla durante lo largo (y
ancho) del metraje resulta significativo por el hecho de que realmente da la sensación de relato hipnótico-onírico, y
ayuda a la creación de un ambiente caluroso y denso, dándole a la tonalidad un sentido narrativo: el detective Fisher
cuenta la historia desde la ciudad de El Cairo, y en plena ola de calor.
También cabe alabar el espectacular uso de la cámara del de Copenhague,
rompedor en esa época, que no le tiembla nada el pulso al pasar de un plano medio a uno cenital
mientras el guión sigue con sus virguerías existencialistas, vocalizadas por el
detective Fisher, o al regalarnos un travelling
de altura en busca de un cuerpo inerte. Y, es que, además de la brillantez técnica
del filme, von Trier es capaz de contar
una muy buena historia, a la que dota de un creciente suspense mediante
montaje y un buen guión. Sumado a esto, el filme representa una extraña y severa visión del danés de una
Europa que le atormenta, y ve inundada de decadencia, descomposición y
podredumbre.
En definitiva, un buen filme para los que no les importe pensar en lo que están viendo y dejarse perder
por hipnóticas imágenes de bella forma, y imperdible para los amantes de Lars von Trier. En él, podrán encontrar
su espíritu más rompedor de moldes
cinematográficos.
Lo mejor: la habilidad técnica
para filmar, fotografía y el hecho de que sea un filme de bajo presupuesto
rodado en alcantarillado y fábricas abandonadas.
Lo peor: le cuesta un
poco arrancar y coger ritmo, por lo cual puede aburrir hasta la exasperación al
gran público.
Título: Forbrydelsens element (The Element of Crime)
Director: Lars von Trier
Guión: Lars von Trier, Niels Vorsel
Fotografía: Tom Elling
Año: 1984
Duración: 103 min.
País: Dinamarca
Productora: Per Holst Filmproduktion / Det danske Filminstitut
Reparto: Michael Elphick, Esmond Knight, MeMe Lai, Jerold Wells, Ahmed El Shenawi, Astrid Henning-Jensen, Janos Hersko, Stig Larsson
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