¡Que viene el lobo! ¡Que viene el lobo!
Título: Big Bad Wolves
Director: Aharon Keshales, Navot Papushado
Guión: Aharon Keshales, Navot Papushado
Fotografía: Giora Bejach
Año: 2013
Duración: 110 min.
País: Israel
Productora: United Channel Movies
Reparto: Lior Ashkenazi, Tzachi Grad, Rotem Keinan, Doy Glickman,
Menashe Noy, Dvir Benedek
Crítica de @PaulPorcoRosso
A mediados de
octubre de 2013, Quentin Tarantino
(como ya es costumbre) apareció en todas las revistas, webs y blogs
relacionados con el cine con motivo de su ya tradicional "Lista de las 10
mejores del año". No quedó exenta de polémica, principalmente por la
inclusión de películas como Lone Ranger
(que
también gustó bastante a @PauGarcia179), Kick-Ass 2 o la indie Drinking Buddies (tanto
una como la otra me
parecieron bastante buenas). Pero más importante que la lista es, como siempre,
el cine más 'indie' que nos recomienda el genio de Tennessee. Tarantino dijo que Big Bad Wolves era, no sólo la mejor película que se había visto en
el Festival Internacional de Cine de Busan, sino también la mejor del año, cosa
que ha ido de perlas para la distribución de un filme que, de no ser por él,
habría seguido habitando en la inopia.
Una serie de
brutales asesinatos, perpetrados por un pedófilo a niñas menores de edad, ponen
en contacto a tres hombres: Gidi (Tzachi
Grad), el padre de la última víctima en busca de venganza; Miki (Lior Ashkenazi), un detective de
policía que opera totalmente fuera de la ley, y Dror (Rotem Keinan), el principal sospechoso de los homicidios, un
profesor de religión que ha sido arrestado y liberado por una negligencia
policial.
La belleza formal de planos como este también le dan un valor añadido al filme israelí. |
Es una fábula de
terror, un cuento infantil ambientado en la realidad más cruda y más dura de la
que nosotros los espectadores seremos participes de primera fila. Es totalmente
comprensible el porqué a Tarantino
le gusta tanto este filme: se puede establecer un magnífico paralelismo con su opera prima Reservoir Dogs. La película israelí consigue mezclar a la
perfección la violencia brutal de los actos de los personajes con diálogos
rápidos, inteligentes y divertidos: eso que al de Knoxville se le da tan y tan bien.
También es fácil
comparar Big Bad Wolves con una
película de su mismo año, Prisoners,
en el sentido de que somete al espectador y a sus protagonistas en un dilema
moral donde la cordura y el razonamiento serán sus mayores aliados. Pero aquí
la cordura brilla por su ausencia: todos son a su manera grandes lobos malos
que actúan por su sed de venganza y ganas de cazar... ¿Es Dror una víctima
inocente, o un castigado merecido? Deberás recorrer todo el camino, opresivo y
tortuoso, que es Big Bad Wolves para
descubrir la respuesta a la pregunta. Y te aseguro que habrá valido la pena.
Lo mejor: las grandes actuaciones del trío protagonista, la
dirección a cuatro manos, y las trazas de comedia negrísima del guión.
Lo peor: se hace un poco repetitiva por las constantes
interrupciones que sufre Gidi.
0 comentaris: