'The Cabin in the Woods', esa joya de Sitges 2012

Título: Cabin in the woods (La cabaña en el bosque)
Director: Drew Goddard
Guión: Joss Whedon, Drew Goddard
Fotografía: Peter Deming
Año: 2011
Duración:
País: Estados Unidos
Productora: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)
Reparto: Kristen Connolly, Chris Hemsworth, Fran Kranz, Richard Jenkins, Bradley Whitford, Anna Hutchinson, Jesse Williams, Amy Acker, Brian White, Tim De Zarn, Tom Lenk, Jodelle Ferland

Pocos días después de hacer mi crítica de Much ado about nothing vuelvo a hablar de Joss Whedon, otra vez para bien (¡ni que recibiera una subvención cada vez que lo alabo, oiga!). Bueno, esta vez es diferente, el director es el novel Drew Goddard (co-guionista de Lost y Buffy the Vampire Slayer, guionista en solitario de Cloverfield), y Joss es solo su co-guionista. Esta película, hecha en 2011, estrenada en Estados Unidos en 2012 aprovechando el boom mediático de los Vengadores (estuvo en el festival de Sitges 2012, se dijo de ella que era "la película del festival"), llega a la cartelera española ahora, en noviembre del 2013. Su cartel promocional reza: "you think you know the story" (crees que te sabes la historia).

Cinco amigos alquilan una cabaña en el bosque, cerca de un lago, para pasar allí todo un fin de semana de fiesta, borrachera, y diversión adolescente. Por la noche, mientras están bebiendo y pasándolo bien se abre de golpe la trampilla que lleva a un sótano lleno de objetos extraños, entre ellos un diario que habla sobre la familia que ocupaba la casa antiguamente.

Esta cabaña me suena de algo...

Cabin in the woods es algo difícil de definir. A simple vista, es algo que ya hemos visto infinidad de veces en el cine: la cabaña en el bosque, la trampilla en el comedor, esa neblina con la que se llenan los alrededores cuando anochece, los personajes trazados a base de cliché característicos del género (la rubia tonta, el cachas atlético, el fumeta gracioso, el empollón enamorado, y la virgen luchadora)... Pero a medida que la historia avanza, esta especie de Posesión infernal se convierte en una nueva Scream, la Scream de la generación 2000. Cabin in the woods entra en esa categoría de películas que se convierten en cine de culto nada más verla: original, viva, fresca, y burlona con los clichés usados.

El elenco de actores está correcto, superando con creces la calidad media de actuación establecida en producciones de este tipo, y la dirección es en todo momento inteligente y consciente de lo que es la película: un homenaje al cine de terror de serie B de los 80 y los 90. 

Fran Kranz le explica a Kristen Connolly que eso es un alce y no un lobo.

El filme, para qué nos vamos a engañar, va a decepcionar a los que la vean buscando terror a raudales o una alta tensión (si bien es cierto que hay un par de sustos buenos), y también a los que esperen encontrar en ella la comedia terrorífica definitiva (aunque el personaje fumeta de Fran Kranz suelte varias reflexiones hilarantes). Es una película para dejarse llevar, rebuscar cada plano buscando las referencias al cine de género (deberán verla un par de veces mínimo para encontrar a las gemelas de The Shining), disfrutar de la acción desmedida i semi-gore de los últimos 40-45 minutos, y sorprenderse con todos sus giros de guión basados en dar la vuelta y retorcer situaciones ya conocidas por el espectador medio del cine de terror (muy remarcable el final, reminiscente de Lovecraft), que consiguen mantener la atención del espectador al máximo de principio a fin.

Lo mejor: la aparición sorpresa de cierta actriz relacionada con el cine terror... y las dos escenas en las que aparece Tim De Zarn.
Lo peor: que haya tardado tanto tiempo en estrenarse en España. ¡Ay, distribuidoras!


0 comentaris:

Copyright © 2012 Siempre en VO