NO ESTRENOS: El fin de la Guerra Fría por John McTiernan

Título: The Hunt for Red October
Director: John McTiernan
Guión: Donald E. Stewart (basado en la novela homónima de Tom Clancy)
Fotografía: Jan De Bont
Año: 1990
Duración: 132 min
País: Estados Unidos
Productora: Paramount Pictures
Reparto: Sean Connery, Alec Baldwin, Scott Glenn, Sam Neill, Tim Curry, Peter Firth, Stellan Skarsgaard, Richard Jordan, Fred Dalton Thompson, Tomas Arana, James Earl Jones
Crítica de @PaulPorcoRosso

La noche del 9 de noviembre al 10 de noviembre de 1989 fue la caída del muro de Berlín, y con ella se iniciaba el fin de la Guerra Fría y la desaparición de la URSS. El filme The Hunt for Red October, oportunista y conciliador a partes iguales, fue estrenado a mediados de 1990, y trataba quién era el enemigo en estos tiempos tumultuosos. John McTiernan, uno de los más grandes directores de acción de los años ochenta y noventa, perpetrador de hitos del cine como Die Hard o Predator (películas que encumbraron a Bruce Willis y Arnold Schwarzenagger en el más alto pedestal de héroes de acción) es también el realizador de este magnífico thriller de espionaje.

En plena Guerra Fría, el Red October, un submarino nuclear al mando de un prestigioso general de la Unión Soviética, el capitán Ramius (Sean Connery), se interna en el Océano Atlántico con rumbo fijo a los Estados Unidos desacatando las órdenes de sus jefes. La CIA, preocupada por si su pretensión es atacar el país, encarga al agente Jack Ryan (Alec Baldwin), un analista y biógrafo, a que se ponga en contacto con él para conocer sus verdaderas intenciones. The Hunt for Red October es la primera adaptación al cine de los libros de Tom Clancy, y una muy buena película de espionaje y acción.


Primero de todo, es de justicia destacar la imponente banda sonora compuesta por el griego Basil Poledouris, con momentos cumbre como los títulos de crédito inicales, o los finales, y la sobrecogedora escena del canto del himno soviet. Una maravilla sonora. También la acertada elección de actores, como Alec Baldwin para el papel del analista más famoso de la CIA (pese a su escaso protagonismo), Sam Neill, James Earl Jones y un jovencísimo Stellan Skarsgard es otro gran triunfo de la película de McTiernan. Pero el verdadero acierto es hacer una película de Jack Ryan con poco Jack Ryan.

Porque aquí, y que me disculpen Alec Baldwin y Tom Clancy, Jack Ryan no es más que un invitado. El verdadero protagonista es un excelso Sean Connery otra vez en la cumbre de su carrera, que interpreta al complejo capitán Marko Ramius, soberbio e indiscutible. Amén de las actuaciones y el apartado sonoro, la barroca composición de planos del director de fotografía (que más tarde se convertiría en director) Jan De Bont convierte The Hunt for Red October en una película claustrofóbica y sobrecargada visualmente, cosa que ayuda de manera brutal a la entrada en el argumento. Además, el tratamiento espectral de la luz y el color convierte el filme en una magnífica experiencia a nivel visual.


La película pero, tiene un fallo que impide que se convierta en una obra maestra. El pulso narrativo de McTiernan, con un profundo desarrollo del nudo de la historia, se tuerce en un apresurado desenlace. Además, también está la poca profundización en los personajes (sólo Raimus está bien definido) y algún agujero de guión resuelto con la "suerte" de Jack Ryan. Igual todo es obra de McTiernan: como su dirección, sólida y fría, sus personajes son fríos y calculadores, incluso faltos de dimensión humana. Una pena.

Eso sí, dentro del subgénero bélico de submarinos, e incluso del de espionaje, The Hunt for Red October es una de las TOP. Una entretenidísima y tensa película de acción con la Guerra Fría como telón de fondo.

Lo mejor: Sean Connery, y el himno de las fuerzas soviéticas cantado en las profundidades del océano dentro del Red October. Piel de gallina.
Lo peor: el apresurado final, y algún que otro agujero de guión.

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