Recomendaciones de Cine de Terror Europeo: #3 - Les diaboliques (1955) de Henri Georges Clouzot

[[Crítica de @marckwire21]]
Ne soyez pas DIABOLIQUES! Ne detruisez pas l´intérêt que pourraient prendre vos amis à ce film. Ne leur racontez pas ce que vous avez vu. Merci pour eux. 
(¡No sean diabólicos! No destruyan el interés que puedan sentir sus amigos por esta película. No les cuenten lo que han visto. Gracias en su nombre.) 

Con este texto finaliza 'Les diaboliques', mi TOP 3. 'Celle qui n'était plus', la novela en la que esta basada 'Les diaboliques', fue escrita por los novelistas Pierre Boileau y Thomas Narcejac, autores más tarde de otro gran título adaptado al cine como 'D'entre les morts' por Hitchcok en 1958 con 'Vertigo'; en 1960 ayudaron a Georges Franju en la adaptación de 'Les yeux sans visage' (que también encontraréis en este TOP) al cine. Co-escrita (con Jerome Geronimi, Rene Masson y Frederic Grendel), dirigida, producida y estrenada por el talentoso Henri Georges Clouzot en 1955, autor entre otras magnificas películas de 'Le salaire de la peur', 'Quai des Orfèvres' o 'Le Corbeau', 'Les diaboliques' supuso otra muesca más en la carrera del brillante director francés. 

En un colegio internado alejado de Paris junto a decenas de niños conviven, el director Michel Delassalle (Paul Meurisse), su mujer Christina (Véra Clouzot), los profesores Nicole Horner (Simone Signoret), Drain (Pierre Larquey), Raymond (Michel Serrault) y el personal de servicio. Todos allí conocen el triangulo amoroso que forman el director, su mujer y la profesora Nicole, una rubia de lengua cortante. Y cuando digo todos, es todos, hasta los niños. Este triángulo que desde el inicio ya conocemos, tanto nosotros como el resto de personajes, es el primer aviso del director para que estemos muy atentos a cada escena y no perdamos detalle. El director, el machista y autoritario Michel, hace y deshace a su antojo tanto con su mujer, su amante, los empleados y hasta la propia institución infantil, la cual regenta con mano dura descarada. Mujer y amante, hartas ambas de sus continuos desprecios buscaran la forma de acabar con la situación a cualquier precio. 

Algunos datos curiosos proporcionan un valor añadido a esta cinta como que la productora asociada (Filmsonor era la principal) es Vera Films, llamada así en honor a su mujer Vera Clouzot que interpreta el papel de Christina Delassalle. Lo todavía mas curioso, extraño y que forma parte de la leyenda que acompaña la película es que al igual que Christina, su personaje, Vera Clouzot también sufría del corazón y murió fruto de un ataque tan solo 5 años después del estreno de 'Les diaboliques'. Otro detalle menos escabroso es que este fue el film que ayudó a Hitchcock (quien llego tarde a la compra de los derechos para rodar 'Les diaboliques') a adaptar finalmente la novela de Robert Bloch, 'Psycho'. Además, el escritor confesó en una entrevista que el film francés era su película de terror favorita. Estamos ante un perfecto thriller psicológico, una maravilla de principio a fin. Clouzot va mezclando todas las piezas compuestas por los personajes, los carácteres tan exquisitamente perfilados y lugares u objetos clave (colegio, apartamento, piscina, tintorería, baúl, mechero, figura porcelana, llave con forma de estrella) aumentado el suspense hasta un final apoteósico que ya es parte de la historia del cine. 


Nunca más volverás a ver una piscina de la misma manera después de visionar 'Les diaboliques'. Ni tan siquiera una bañera. Posee tantos momentos brillantes que si la primera vez que se ve se disfruta más por no conocer el giro final, en posteriores ocasiones uno saborea toda esa esencia de Clouzot, entendiendo el porqué de muchos de los planos con los que el realizador francés intentaba decirnos más cosas de las mostradas a simple vista (esos planos de mujer y amante separados por un árbol o una columna, la inocencia y la maldad, el bien y el mal (?)). La fotografía del habitual de Clouzot, el veterano con mas de 200 películas Armand Thirard, es otro de los aciertos de este thriller aportando un enfoque casi victoriano a ese internado ya desde el arranque mostrándonos en contrapicado su nombre grabado en la valla metálica. Su banda sonora solo aparece en los títulos de crédito iniciales y finales, firmada por Georges Van Parys y compuesta principalmente por violines, pianos y unos diabólicos coros de voces infantiles casi al final donde aparece el siguiente texto: 'Une peinture est toujours assez morale quand elle est tragique et qu´ele donne l´horreur des choses qu´elle retrace - Barbey D´Aurevilly' (Una pintura siempre es lo suficientemente moral cuando es trágica y refleja el horror de las cosas que describe). 

Thriller psicológico con unas pinceladas dramáticas, pues obviamente las tiene como son esa mujer inocente, católica, enferma y ninguneada por su propio marido quién la ama sólo por su dinero y es capaz de flirtear con su amante delante de ella, la propia amante maltratada fisicamente, la pobreza patente en la gestión del internado con un director rácano y violento (cuando manda a Drain callar a los niños lo levanta del brazo y lo obliga literalmente o el mismo Drain suplicando por un vaso de vino) que no se ocupa de los deberes que  un cargo así exige. Pinceladas dramáticas porque aquí lo que premia no es el drama sino el ir sumando factores para el shock final. El guión es ágil, sin profundizar en el drama y sin engaños consigue mantener el interés hasta su tensionado final. Película que serviría de pauta para muchos otros directores en el futuro y al que su aire hitchcockiano y su particular natural fotografía en blanco y negro no conducían a crear una atmósfera oscura y oprimente sino mas bien un clima de suspense y tensión palpable en cada escena. Solo me queda remarcar las actuaciones en las que ninguna destaca más que otra siendo todas de gran talante. Clásico imperecedero de potente dirección y puesta en escena. Thriller impecable, de principio a fin.

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